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Minicuentos de Ana Teresa Guillemí Moreno

Minicuentos de Ana Teresa Guillemí Moreno

Conozco a la cienfueguera Ana Teresa Guillemí Moreno hace tantos años que ya no quiero acordarme de cuántos son. Nuestro primer encuentro fue en Santiago de Cuba, a propósito de un evento de jóvenes auspiciados por la Asociación Nacional del Ciego, en el que participábamos personas con dicha discapacidad visual y otras que colaboraban voluntariamente con nuestra organización. Ese era el caso de Ana Teresa, que por entonces estudiaba la Licenciatura en Letras.

De entonces a acá ha llovido mucho y mi amiga Ana Teresa Guillemí Moreno vse ha desempeñado en diferentes responsabilidades, como por ejemplo metodóloga provincial de Literatura en Cienfuegos o al frente de la filial de la UNEAC. Pero lo en verdad importante es que Ana Teresa ha continuado siendo la misma muchacha con la que hice amistad en aquellas jornadas santiagueras de hace montones de años, portadora de idéntica pasión por escribir cuentos y poesía, tanto para niños como para adultos.

La última vez que coincidimos fue hace alrededor de tres años, a propósito de una visita mía de trabajo a Cienfuegos. En medio del intenso plan de actividades en el que yo tenía que participar, saqué tiempo para irme a compartir un rato en un café con Ana Teresa y con mi también amigo Andrés Sánchez, primer presidente provincial de la ANCI cienfueguera y una de las personas a las que más le agradezco en mi formación cuando yo era un adolescente. Ese día, Guillemí Moreno me regaló un ejemplar de un libro en braille, del que extraigo los minicuentos que aquí reproduzco.

ALICIA

No puede creerlo. Se ve atrapada en un  punto increíble donde constantemente matan a la fantasía.

Ve al Conejo corriendo porque no se lo coman, al Lirón tomando píldoras para el insomnio y a la sonrisa del gato de Chesire, transformada en una mueca indescifrable.

Desmaravillada, Alicia pide a la Reina de Corazones que le corte la cabeza.

DE PIEDRA

Dos piedras rodando se encontraron, se rozaron y surgió la chispa del amor.

La gente decía: ¡Con lo cuadrado que es él, sin embargo, ella tiene alma de artista! Y así era, ella tenía diferentes modos de ver las cosas, de mostrarse ante los demás. Lo que no variaba era la forma de quererlo a él, así que Adoquín y Adocreto se casaron, vivieron felices y comieron perdices.

EL DILEMA DE PINOCHO

La mujer de Pinocho lo abandonó. Él, se puso como loco: parado ante el espejo lloraba espesas lágrimas de aserrín.

Al cabo de los días, se decidió y esperanzado, fue a ver a un carpintero para que le serruchara la nariz.

Pero su mujer no volvió: ella lo había abandonado por mentiroso, no por narizón.

JUEGO DE NIÑOS

Los niños juegan a la guerra. El barullo es enorme. La madre, despeinada de impotencia,trata de contenerlos.

Su ¡está bueno yaaa! No sirve de mucho: los dos hijos menores mueren en zafarrancho de combate; el mayor se sopla el humeante dedo-pistola y sonríe. Su puntería es muy exacta.

La madre siempre ha sospechado que este hijo es abikú pero nunca le puso cadena en el tobillo. Ahora le pesa.

Buen concierto de William Vivanco en Bellas Artes

Buen concierto de William Vivanco en Bellas Artes

Por Joaquín Borges-Triana
William Vivanco es uno de los creadores que dentro de lo que se ha
dado en llamar Canción Cubana Contemporánea sobresale por el conjunto
de su quehacer. No es únicamente que él sea un buen compositor y un
excelente intérprete, sino que además de eso tiene muy claro lo que se
propone con su música. Ello se pudo comprobar una vez más el pasado
jueves 21 de marzo, cuando fue protagonista de un hermoso concierto en
la sala teatro del Museo Nacional de Bellas Artes.
Bajo el título de “Vívelo ahora”, la presentación de casi dos horas de
duración, sirvió para que este trovador procedente de Santiago de Cuba
hiciera un repaso por varios de los temas de su nueva producción
fonográfica, el disco denominado 13 con magia y que todavía no ha
salido al mercado ni está firmado con ninguna empresa discográfica.
Por supuesto que también interpretó canciones de sus anteriores CDs y
una que otra pieza de las grabadas por él como parte del grupo
Interactivo. En tales casos, es lindo ver el modo en que su público
natural y que repletó la salita de Bellas Artes, se suma a cada
interpretación, como parte de una suerte de gran masa coral.
Un recuento de la función permite asegurar que Vivanco sigue apegado a
las raíces de su natal Santiago de Cuba. Fue por aquellos lejanos y
duros años noventa cuando lo conocí, como parte del dúo Wiler, que
integraba con el también cantautor Ernesto Rodríguez, luego miembro de
Postrova. Desde esos días, William ha sido un verdadero estudioso de
la producción musical no solo de la zona oriental cubana sino en
especial de la facturada en el área del Caribe, algo que se percibe en
no pocos de sus composiciones y que le otorga un rasgo singular entre
sus colegas de oficio.
En el disco 13 con magia, la vocación por lo que vendría a ser la
world music vuelve a hacerse presente. Como que he tenido la
posibilidad de escuchar completa la producción fonográfica, puedo
asegurar que este nuevo CD resulta un trabajo de plena madurez,
gracias a cortes como “Palo haitiano”, “Bailarina”, “Ríos que no
vuelven”, “Tu danzón”, “Changüí en París”, “La flor de mi jardín” o
“Verano Mozambique”.
De los cortes del disco 13 con magia que William presentó al público
en su reciente concierto en Bellas Artes, el más aplaudido fue
“Charleston 21”, un corte compuesto e interpretado con Israel Rojas,
de Buena Fe, y que de ser bien promovido por los medios de
comunicación, estoy seguro de que puede llegar a ser muy popular.
En espera de que la nueva propuesta discográfica de William Vivanco
aparezca de forma oficial en el mercado, ya sea en Cuba o el
extranjero, la misma comienza a circular por vías alternativas de mano
en mano y los que estén interesados en escuchar en vivo algunas de
esas canciones y otras de este auténtico santiaguero, les recomiendo
llegarse al espacio que él ha abierto cada dos semanas los domingos a
las seis de la tarde en el Jazz Café, donde se presenta con el
respaldo de su grupo e interpreta algunos de los mejores ejemplos de
lo que está pasando por estos días en la Canción Cubana Contemporánea.
Allí nos vemos.

Poemas de Teresa Melo

Poemas de Teresa Melo

Por Joaquín Borges-Triana

 

Hace años que conozco a Teresa Melo. No puedo precisar cuándo fue que hablamos por primera vez, pero sí estoy claro de que hace mucho tiempo de ello. De entonces a acá, he admirado su quehacer poético y su desempeño en la esfera pública, como cuando estuvo dirigiendo la Editorial Oriente. Hoy, a manera de especial saludo al día internacional de la mujer, publico unos textos de esta mi buena amiga y auténtica santiaguera.

Poemas de Teresa Melo

El temblor

En la tierra breve que desgrano

flores de cedro / helechos / abedules:

signos de la transformación.

La gacela de ayer

maúlla en mi caricia

en el sitio cálido de las ropas de sal.

Flores de cedro

que no son la mesa olorosa / la silla torneada.

 

La mariposa que conoce los cielos aneblados

vuelve pez su sueño para amar al pez:

aman los peces transfigurados

a la luz de la vela.

 

Son éstas las canciones que canto en la oscuridad.

Otros serán los cantos de la luz

en la voz de mi hija.

Ella no conocerá a los hermosos ahogados

sosteniendo la plataforma marina de la isla.

Ella buscará otra explicación

tan cierta como ésta / tan inútil para describir.

 

Signos de la transformación

agua en canasta es nuestro conocimiento:

escurre por los entresijos de la paja

y vuelve al sitio mineral.

Son las canciones que canto en la oscuridad

para nombrar al hombre

su vanidad espejeando /

sus tres metros de más.

La poesía también nos viste de diosecillos /

totems.

Guardo el poema. Al poeta

lo acuno junto a los hermosos ahogados

para calmar su llanto infantil su soledad sus terrenales miedos.

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