Etiqueta: Carlos Díaz

Martha Luisa Hernández Cadenas y sus metáforas de las hormigas

Martha Luisa Hernández Cadenas y sus metáforas de las hormigas

Por Joaquín Borges-Triana

Martha Luisa Hernández Cadenas, también conocida como  Martica Minipunto o Malú, es una joven y destacada Teatróloga, poeta y performer cubana. Según la crítica especializada, en sus ensayos, poemas y performances investiga la posibilidad de crear experiencias reales frente al otro. Coordinadora del Laboratorio Escénico de Experimentación Social, LEES, una plataforma que apoya el arte joven y experimental en Cuba, Martha ha dirigido las puestas en escena de La que nunca conocí (a partir de Ansia y Psicosis 4.48 de Sarah Kane), Charlotte Corday y el animal (a partir de Charlotte Corday. Poema dramático, de Nara Mansur), en coautoría con Rogelio Orizondo, El poeta azul y Nueve (work in progress), en colaboración con su madre, Ileana Cadenas. También ha colaborado como performer en La última cena, de El Ciervo Encantado, Cartas a Peer Gynt, de Teatro El Público, [∑ n²] Ensayo de duración, de William Ruiz Morales y Gabriela Burdsall y Para qué Andy Warhol si yo estoy aquí, de Rogelio Orizondo. Con su proyecto Castillos en el aire ha generado espacios de encuentro, exhibición, interacción y discusión en torno a colectivos, experiencias, espacios y emprendimientos alternativos. Muy importante en su quehacer es el desempeño como Coordinadora general de Espacios Ibsen. Jornadas de teatro cubano-noruego (2015-2017), ser fundadora de ediciones sinsentido, una editorial independiente que visibiliza escrituras poéticas para el cuerpo, la escena y todas sus deformaciones, así como haber sido la Coordinadora de la Residencia de Creación Zona Ibsen (2015-2016) e Inservi. Residencia de Creación (2017-2018). Su poemario Días de hormigas (puesta en escena)fue reconocido con el Premio David de Poesía 2017. Pezuñas (trilogía del nacimiento), obtuvo mención en el Premio Pinos Nuevos 2018. En ese propio año, también recibió el Premio La Selva Oscura, otorgado por la Editorial Tablas-Alarcos y la Asociación Hermanos Saíz. En la actualidad, labora como dramaturga de Teatro El Público, agrupación fundada en 1992 por Carlos Díaz.

Poemas de Martha Luisa Hernández Cadenas

DÍAS DE HORMIGAS

Leo el cuaderno de mi madre,

escribió para mí: «Mi hija, demasiado perdida en observarlo todo, tiene los rizos llenos de luz».

Y con mi dedo dibujo la página,

pienso en mi madre joven y radiante,

pienso en mi madre viviendo en esta casa todavía,

pienso en mi madre con todo el tiempo para verme crecer.

Tal vez no sea tarde para volver a vivirlo todo,

como aprender a dar pasos,

a mirar,

a decir,

como aprender a ser nuevamente una,

a dibujar el primer gesto.

Tal vez este dedo y esta página sean mi teatro,

esa especie de fe escénica que siempre transmiten las hormigas.

DÍAS DE HORMIGAS

Otra recaída,

aullido que se enciende.

Despertar con saliva en la cara,

porque también heredé de mi madre la epilepsia.

Qué suerte contar con una plaga,

una marcha de huellas tóxicas y asesinas,

proletarias del jengibre frío derramado antes de la convulsión.

Y qué suerte vivir en una ciudad tan quemada,

y qué suerte estos meses de padecimiento y encierro,

y qué suerte mi teatro de obsesiones,

y qué suerte la buena insolación,

y qué suerte el faltante de analgésicos,

y qué suerte la función número cien,

y qué suerte encontrar el cuaderno de mi madre en una caja,

y qué suerte conocer a la muchacha,

la muchacha que mi amigo dramaturgo llamó desde mi casa,

querer a mi amiga suicida,

quererla mucho.

En este día de suerte saberlo: heredé toda la felicidad de mi abuela y mi madre.

Extraviarme en la persecución,

suena antioxidante el limón que mancha y ahuyenta a la plaga,

y encontrarme conmigo en la recaída,

porque una poeta escribió Rehab —valioso aporte para mis vencimientos—,

y otra poeta escribió Sin tierra común.

Otra vez en el mismo suelo,

el de la misma casa,

donde cupo casi todo.

Convulsión/recuperación.

Distinguir esos puntos de fuga luminosos al abrir los ojos,

ellos, travestidos de hormigas y de amor,

idénticos a las muestras revisadas en los laboratorios de mis medias.

Salir esta noche al bar,

tropezarme con todos los hombres amados,

incluso, aquellos escritores a los que amé y les escribí una tesis.

Una recaída natural por ser tan joven y estar tan sola,

es todo lo que quise para mi escenario:

ver impactos de hormigas en los rayos ultravioletas,

hormigas muriendo en mi cerebro tras la convulsión,

hormigas muriendo tras la recaída,

hormigas en la punta del cigarro,

hormigas en el clítoris,

hormigas en la espuma,

hormigas en el ano,

hormigas en el corazón,

un hormigueo permanente en el corazón.

Convulsión/recuperación.

Ahora que empiezo a recuperarme estoy lista para nuevos diálogos, nuevos teatros,

y escucharlos decir con mi misma suerte: «Días de hormigas».

Madre, otra vez no lo logro, otra vez sé que nada volverá a repetirse, y me cuesta mirar a la muchacha perderse, y me cuesta verte morir, y me cuesta estar tan enferma, es hora de no pensar en la escena, el escenario está dentro de mí. Madre, quemo el cuaderno, quemo nuestro cuaderno.

GUANABO BEACH

En el suelo pegajoso

arena y sal

arena y sal del mediodía.

En la mesita de la sala

dos pies y dos manos

dos pies y dos manos de arena y sal.

He visto cumplir su ciclo de vida a una mosca:

el huevo

la larva

pupa

imago.

He visto gozar su muerte a una perra moribunda:

la sangre

las patas

hocico

gime.

Sobre el cadáver

dos manos y dos pies

la mosca y la perra se anidan

mi hermana empieza a decir sus primeras palabras

doce perros conté con mi hermana

doce moscas conté con mi hermana

mi hermana quiere nadar sus primeras braceadas

bocinas e insectos

familias y humedad

casas sin terminar o sin empezar

huecos y manchas de peces

doce casas conté con mi hermana

mi hermana atardece

un oleaje de moscas supervivientes

un oleaje de perras sin hijos

mi hermana anochece

en la mesita de la sala

doce moscas repiten el ciclo:

el huevo

la larva

pupa

imago.

 

Una postal de Guanabo al mediodía:

En el suelo pegajoso

arena y sal

heces y espuma

quemaduras y cangrejos

moscas

sobre todo moscas

mi hermana y yo mirando a una perra moribunda.

Adopciones: Nueva propuesta cinematográfica de Rolando Díaz

Adopciones: Nueva propuesta cinematográfica de Rolando Díaz

Durante la recién concluida edición del Festival de Cine de La Habana, por la capital de los cubanos anduvo de visita nuestro comnpatriota Rolando Díaz, cineasta radicado en España desde la década de los 90 de la anterior centuria. El realizador de filmes tan recordados como Los pájaros tirándole a la escopeta, por estas fechas está inmerso en la fase de posproducción de un docudrama sobre las adopciones en República Dominicana

En este material, Rolando Díaz parte de la historia real de Moraima, una niña dominicana que fue devuelta por sus padres adoptivos a sus progenitores biológicos, los cuales viven en extrema pobreza en el campo. Por dicho camino, el nuevo proyecto cinematográfico de Díaz, que lleva por nombre el deAdopciones, explora el dolor del abandono.

Según ha trascendido, el docudrama, rodado en la República Dominicana, posee un inusual formato al integrar como protagonista al personaje de ficción de una periodista interpretado por la actriz dominicana Judith Rodríguez, dentro de una historia y unos personajes reales.

En una entrevista con EFE, Rolando Díaz explicó que se interesó por este proyecto al conocer la investigación sobre las adopciones en República Dominicana, llevada a cabo durante tres años por el poeta, periodista y productor de esta película, el también cubano Alfonso Quiñones.

En el trabajo publicado por la agencia EFE, se deja claro que el punto de partida de la investigación fue averiguar el paradero de Moraima, desconocido hasta por sus propios padres biológicos. Su rastro se perdió hace años después de que su caso saltara a los medios de comunicación de la isla de Quisquella en 1995, cuando tenía 13 años, según dijo a EFE Alfonso Quiñones, otrora periodista de la UNEAC y que en el presente reside en República Dominicana.

En el transcurso de sus pesquisas, Quiñones se encontró con otros casos de adopciones de niños de familias en Jarabacoa, en la provincia de La Vega, y planteó el proyecto de llevar a cabo un documental sobre dicho fenómeno a Rolando Díaz.

Desde el primer momento, Díaz tuvo claro que no deseaba hacer una película de entrevistas, sino que quería realizar un experimento y para ello buscó a una actriz que en su vida real «hubiera sufrido un dolor muy grande» y que «hubiera sido periodista».

En Adopciones, la actriz dominicana Judith Rodríguez, quien ha participado también en las películas Cocote y Carpinteros, interpreta a una reportera que efectúa una investigación para buscar a Moraima y en el transcurso encuentra otras historias de adopciones y va entrevistando a todos los protagonistas de estos casos que cuentan su vida.

Para Rolando Díaz, miembro de una importantísima familia en el mundo artístico literario cubano y en la que se incluyen figuras como el novelista Jesús Díaz y el teatrista Carlos Díaz, este filme va más allá del tema de las adopciones ya que «la pobreza, el papel de la madre, la figura de la mujer como elemento de unión, el desamor y las ausencias» son también muy importantes.

En sus declaraciones a EFE, Rolando Díaz recordó que no es la primera vez que hace este tipo de cine, y aludió a su cinta Si me comprendieras, seleccionada para ser mostrada por más de quince festivales internacionales, pero aseguró que sí es la primera vez con esta «fórmula de una actriz por medio».

Por su parte, Alfonso Quiñones, el productor de Adopciones, actualmente en fase de posproducción, dijo que antes de su estreno, previsto para el último trimestre del año 2019, quieren llevar esta película a distintos festivales.

Radicado actualmente en Valencia (España) tras residir varios años en las islas Canarias, Rolando Díaz no para de soñar con la realización de nuevos proyectos. Entre ellos figura La edad del olvido, una historia de mujeres centenarias de República Dominicana, España y Cuba, así como retornar a la comedia, género con el que se hiciese muy popular en el decenio de los 80 entre los amantes del cine  en nuestro país.

El creador cubano, aspirante al Premio Goya al mejor cortometraje-documental por El largo viaje de Rústico, en 1994, durante la entrevista concedida a EFE destacó también el salto importante en el cine que ha dado en poco tiempo la República Dominicana y subrayó la calidad de cintas como Cocote y el documental Caribbean fantasy.

«Creo que hay mucha fuerza en América Latina» en el cine, afirmó Rolando Díaz, y añadió que también le interesa mucho lo que está pasando ahora con las nuevas generaciones de cineastas cubanos.

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