Etiqueta: Artes visuales

¡Feliz fin de año!

¡Feliz fin de año!

Aunque 2020 ha sido un año muy complicado, hemos podido mantener las energías para que este modesto sitio defensor de toda la cultura cubana estuviese activo. Ahora, como corresponde, nos vamos de vacaciones hasta inicios de enero de 2021, que ojalá sea un año mucho mejor que este que concluye el próximo 31 de diciembre. De parte del pequeño  equipo que aquí laboramos, gracias por seguirnos y de corazón te deseamos lo mejor.

Gracias por tu obra, Gerardo Mosquera

Gracias por tu obra, Gerardo Mosquera

La cultura cubana está en deuda con Gerardo Mosquera. Y no solo ella, sino además un numeroso grupo de creadores de nuestro país que si hoy son conocidos a escala internacional se debe a lo hecho hace años por ese crítico y curador. Lo que se dio en llamar en los años ochenta “renacimiento cubano del arte” no hubiera sido posible sin el acompañamiento teórico en su momento de este hombre, hoy apenas mencionado en el contexto nacional por las instituciones culturales y los medios de comunicación. Por supuesto que ello no sorprende a nadie pues ya sabemos del proceder del Estado y sus dependencias en Cuba con aquellos que no responden ciegamente a los designios oficiales. Lo triste es que idéntico silencio se produce también en la comunidad de artistas radicados mayoritariamente en la diáspora y que han conseguido ubicarse en determinado peldaño del mercado de las artes plásticas, cierto que gracias al talento individual que cada uno de ellos posea, pero también debido al espaldarazo recibido de inicio de parte de Gerardo Mosquera. Pero en fin, con las glorias se olvidan las memorias.

Afortunadamente, Mosquera no necesita en lo más mínimo del reconocimiento ni de las instituciones cubanas ni de sus compatriotas artistas. Como curador, él ha logrado trascender el ámbito nacional y ejercer su erudición en disímiles rincones del mundo. Una nueva prueba de sus muchos resultados la encontramos por estos días: la editorial española Cátedra ha publicado el libro Arte desde América Latina, una antología de textos de Gerardo Mosquera, la cual abarca trabajos suyos que vieron la luz en la década de los ochenta, hasta ensayos que circulan por primera vez. El volumen contiene también más de un centenar de ilustraciones y estuvo prologado por el investigador griego, radicado en Australia,Nikos Papastergiadis, un teórico de obligatoria consulta en lo relacionado con temas como el de la globalización y el multiculturalismo. Por su parte, el artista mexicano Pablo Helguera fue el encargado de ilustrar la portada.

Una de las cosas que más me llama la atención del libro es que aquí las fronteras geográficas se vuelven difusas, realidad que se ha ido imponiendo poco a poco, al margen de que algunos no se percaten de ello. Así, New York es en la actualidad un epicentro fundamental del arte «desde América Latina». Igualmente, artistas europeos, estadounidenses, africanos o asiáticos son partes de un proyecto de arte público, llevado a cabo en Ciudad Panamá, a la par que los latinoamericanos realizan sus creaciones en sitios como Melbourne, EEUU, Madrid o París.  Ese es el caso, por ejemplo, de la importante creadora cubana Tania Bruguera, artífice de la fundación del Immigrant Movement International, en Astoria, Queens, proyecto comunitario harto interesante y que ya tiene una década de existencia. En dicho proyecto ideado por Tania, los inmigrantes, fundamentalmente los hispanos y los indocumentados, reciben gratuitamente clases de inglés, asesoría legal y asisten a talleres de creación artística.

Como era de suponer, en el libro lo relacionado con Cuba ocupa un buen espacio de todas las páginas. De tal modo, podemos leer estupendos ensayos acerca de Portocarrero y Amelia Peláez,  una entrevista que Mosquera le hiciera a Wifredo Lam, así como un grupo de textos sobre creadores pertenecientes a la generación de los 80, protagonistas del parteaguas que para la cultura cubana representó aquel movimiento iniciado con Volumen 1. Pero Gerardo no se queda únicamente en compilar materiales que discursan en torno al pasado sino que se mete de lleno en el abordaje (siempre desde el pensamiento lúcido) de problemáticas contemporáneas como resulta el «artivismo» que en el presente despliega la antes mencionada Tania Bruguera dentro de la propia Cuba, desde la premisa de incentivar tanto la participación cívica como el diálogo político en nuestro país.

No falta en esta obra publicada por la editorial española Cátedra una aproximación a la Bienal de La Habana, fundada en 1984 y que notablemente contribuyó en una etapa a la internacionalización de las producciones culturales de este lado del mundo. Como explica Gerardo Mosquera, ese proyecto tuvo en sus inicios un enfoque globalizador. No está de más recordar que la misma comenzó cinco años antes de que fuese inaugurada la célebre Le Magicians de la Terre, en el Centro Pompidou en París, que vino a ser una suerte de continuidad de lo que se comenzó en La Habana, aunque a estas alturas del siglo XXI y dado el estado actual de la bienal habanera poco o nada se hable de ello.

Ahora bien, el plato fuerte de una propuesta como la recogida en las 384 páginas de arte desde América Latina viene dado, según mi parecer, por la expresa renuncia al encasillamiento en atributos nacionalistas, algo que tanto daño ha hecho a nuestros pueblos, incluido el cubano. Aquí lo entendido por autóctono no entra en contradicción alguna con lo internacional.

Como queda claro tras leer los argumentos de Mosquera, lo llevado a cabo en este lado del mundo en los últimos años se ubica en los circuitos globales sin la más mínima apelación a determinados regionalismos.  Estamos ante una propuesta artística que participa de un modo fluido en los circuitos establecidos para ello. Con razón, en el prólogo de la compilación, Nikos Papastergiadis  expresa que el artista latinoamericano contemporáneo ha dejado de percibirse a sí mismo como alguien que pertenece a la periferia. Sucede que la oposición entre lo local y lo universal hoy es asunto del pasado.

Antes de concluir, quiero reproducir la nota promocional que en relación con este libro de nuestro compatriota ha puesto en circulación Cátedra Ediciones Grupo Anaya en Internet:

«Podría resultar paradójico que quien en 1996 se pronunció «contra el arte latinoamericano» agrupe ahora en este libro algunos de sus escritos sobre el arte en la región. No es así: la obra de Gerardo Mosquera ha contribuido a superar una noción totalizadora y reductora no solo del arte creado en América Latina, sino del continente mismo. Lo prueban los ensayos reunidos en este volumen, buena parte de los cuales no habían aparecido en castellano, que muestran a un pensador que no se resigna al arte con apellidos y trabaja inmerso en los procesos y eventos de la cultura contemporánea.

«El libro sobrepasa el ámbito latinoamericano para discutir problemas globales. Nikos Papastergiadis ha señalado que una de las lecciones que nos ofrece es la de «modificar el papel del artista en la periferia: pasar del que imita lo dominante para acceder a lo universal, al que produce contenido universal a nivel local. Por tanto, ofrece una metodología distintiva». Es el nuevo paradigma del «desde aquí», defendido por el autor: los contextos son ahora actuados más que mostrados.»

Por último, quiero dar gracias a Gerardo Mosquera no solo por este libro, que ojalá alguna vez se publicase en Cuba, sino por lo mucho y bueno que él ha hecho durante más de cuarenta años en pro de enseñarnos el modo en que el arte contemporáneo echa mano a los contextos, tanto culturales como sociales, para intervenir en el presente que nos ha tocado vivir.

¡Y llegamos a dos años!

¡Y llegamos a dos años!

Este 28 de octubre de 2020, justo hace un par de años que salió la primera edición de nuestro espacio. Quienes estamos involucrados en el proyecto, nos sentimos felices por lo hecho. En los anteriores meses, cada edición de Miradas Desde Adentro ha tratado de recoger los sucesos fundamentales de la cultura cubana, pero no solo desde lo inmediato sino desde la perspectiva de preservar nuestra memoria artístico literaria, siempre sin un enfoque excluyente sino todo lo contrario.

Por eso, aquí hemos estado abiertos a informar acerca de sucesos del arte de nuestro país en sus múltiples expresiones, sin establecer distingos entre el facturado dentro de las fronteras cubanas como el llevado a cabo en la diáspora, porque a fin de cuentas siempre es más lo que nos une que lo que nos separa.

Así pues, sobradas son las razones para darnos un autohomenaje porque si bien aún no hemos conseguido lo que nos propusimos de inicio y como toda utopía también atesoramos una que otra frustración, lo importante es intentarlo.

En nombre de quienes hemos participado en el proyecto, Leticia, Chao y yo, puedo asegurar que este  nos ha enriquecido espiritualmente y en él encontramos la energía necesaria para seguir adelante mientras la buena suerte -si al fin y al cabo la misma existe- nos acompañe.

A quienes de una u otra forma han colaborado con la idea en esta más reciente etapa, por ejemplo, Francisco de la Cal y Marla Hernández, o a los que sólo se vinculan con nosotros desde la condición de visitantes esporádicos de Miradas Desde Adentro,  de corazón ¡gracias!

De nuevo en el ciberespacio – Por Joaquín Borges-Triana

De nuevo en el ciberespacio – Por Joaquín Borges-Triana

A propósito del primer aniversario de Miradas Desde Adentro,  en mi anterior post publicado en el sitio yo escribía:

“cada edición de Miradas Desde Adentro ha tratado de recoger los sucesos fundamentales de la cultura cubana, pero sin un enfoque excluyente sino todo lo contrario.

“Por eso, aquí hemos estado abiertos a informar acerca de sucesos del arte de nuestro país en sus múltiples expresiones, sin establecer distingos entre el facturado dentro de las fronteras cubanas como el llevado a cabo en la diáspora, porque a fin de cuentas siempre es más lo que nos une que lo que nos separa.

“Así pues, sobradas son las razones para darnos un autohomenaje porque si bien aún no hemos conseguido lo que nos propusimos de inicio y como toda utopía también atesoramos una que otra frustración, lo importante es intentarlo.

“En nombre de quienes hemos participado en el proyecto, Leticia, Chao y yo, puedo asegurar que este  nos ha enriquecido espiritualmente y en él encontramos la energía necesaria para seguir adelante mientras la buena suerte nos acompañe.

“Ahora, como corresponde tras un año de trabajo, nos tomamos unas vacaciones para recargar las pilas.”

Después de esas bien ganadas vacaciones, es el momento justo de volver al ciberespacio. El hecho de permanecer en casa por la existencia del coronavirus y la realidad de que ya he experimentado con las mil y una formas del ocio, me anima a aportar algo a la causa de tener uno que otro material para leer en medio de nuestra voluntaria reclusión domiciliaria.

Como siempre he expresado, este es un proyecto que no quiero sea solo mío, por lo que te invito a aportar colaboraciones. También te informo que en cuanto la actividad normal sea retomada, reiniciaré las entrevistas y comentarios en mi canal de YouTube. Por lo pronto y a modo de recordatorio, te reitero cuáles son mis espacios en la red de redes:

Sitio personal con artículos:

https://looksfrominside.com

Canal de YouTube, sería bueno suscribirse (opción que aparece en cualquiera de los videos o esquina superior derecha del canal. Si no tienes cuenta de google puedes guiarte por este link):

https://www.youtube.com/channel/UCwB4smI0KXHvx9EaHxzOG4A

Página en Facebook, sería bueno dar click en “Me Gusta” de la página en sí, para quedar subscrito:

https://www.facebook.com/joaquinborgestriana

Por favor, recuerda aquello de «Coopere con el artista cubano» y tírame un cabo con solo subscribirte o pasarle esta información a una de tus amistades.

Agradecido como un perro (al decir de ese gran poeta que fue y es Rafael Alcides), mucha suerte y sanos humos o buenos alcoholes según sea tu gusto.

Autohomenaje

Autohomenaje

Este 28 de octubre de 2019, justo hace un año que salió la primera edición de nuestro espacio. Quienes estamos involucrados en el proyecto, que abarca un sitio en la web así como un canal en YouTube, nos sentimos felices por lo hecho. En los anteriores doce meses, cada edición de Miradas Desde Adentro ha tratado de recoger los sucesos fundamentales de la cultura cubana, pero sin un enfoque excluyente sino todo lo contrario.

Por eso, aquí hemos estado abiertos a informar acerca de sucesos del arte de nuestro país en sus múltiples expresiones, sin establecer distingos entre el facturado dentro de las fronteras cubanas como el llevado a cabo en la diáspora, porque a fin de cuentas siempre es más lo que nos une que lo que nos separa.

Así pues, sobradas son las razones para darnos un autohomenaje porque si bien aún no hemos conseguido lo que nos propusimos de inicio y como toda utopía también atesoramos una que otra frustración, lo importante es intentarlo.

En nombre de quienes hemos participado en el proyecto, Leticia, Chao y yo, puedo asegurar que este  nos ha enriquecido espiritualmente y en él encontramos la energía necesaria para seguir adelante mientras la buena suerte nos acompañe.

Ahora, como corresponde tras un año de trabajo, nos tomamos unas vacaciones para recargar las pilas.

A quienes de una u otra forma han colaborado con la idea, por ejemplo, varios de mis alumnos de Historia del Arte en la Universidad de La Habana y la comunicadora Isely Ravelo Rojas, o a los que sólo se vinculan con nosotros desde la condición de visitantes esporádicos de Miradas Desde Adentro y de nuestro canal en YouTube,  de corazón ¡gracias!

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