Poemas de Sonia Díaz Corrales
El prejuicio con la literatura escrita por mujeres tuvo larga data en el universo literario cubano. Los patrones machistas que han prevalecido en nuestro contexto son responsables en gran medida de dicha situación. Afortunadamente, creo que lo antes expuesto ha ido cambiando poco a poco. La madurez expresiva y calidad del quehacer de nuestras féminas se ha impuesto en la novela, el cuento, la poesía y el ensayo.
Para mi generación, es decir, los que nacimos en el decenio de los sesenta de la pasada centuria e irrumpimos a la esfera pública en la década de los ochenta, hay un grupo de poetas femeninas que impactaron con su decir a quienes amamos la poesía. Entre ellas y de forma rápida pudiera mencionar a Bertha Caluff, Damaris Calderón, Liutmila Quincoses, María Elena Hernández, Odette Alonso, Rita Martín o Teresa Melo
En lo personal, Sonia Díaz Corrales es una de las mujeres poetas que más me gusta de aquel grupo perteneciente a mi generación. Concuerdo con quienes han visto en ella una especial sensibilidad que le posibilita el cuestionamiento de todo acto y en correspondencia con ello, el lector se siente incluido, tentado por el autoexamen que la poeta nos propone. Otro rasgo de su discurso lírico sería la fluidez que posee en el lenguaje utilizado y que pareciera traducir el fluir del pensamiento y de las preocupaciones éticas de buena parte de sus contemporáneos.
Nacida en Sancti Spíritus en 1964, Sonia Díaz Corrales ha sido galardonada en concursos como el David de la UNEAC, 13 de Marzo de la Universidad de La Habana, Abel Santamaría de la Universidad Central de Las Villas, el de la revista El Caimán Barbudo, América Bobia de la ciudad de Matanzas y el Bustarviejo de Madrid. Entre sus libros publicados se encuentran La cáscara y la nuez (1991), la plaquette Diario del grumete (Sed de Belleza y Taller Editorial Vigía, 1997), y Minotauro (Ed. Letras Cubanas, 1998) y aparece incluida en las antologías cubanas Tertulia poética, Poesía infiel, Retrato de grupo, Poesía espirituana, Mis barcos nuevamente, así como en la antología de la Universidad Autónoma de México Un grupo avanza silencioso.
Hoy dejo aquí en Miradas Desde Adentro un par de textos de esta espirituana, en la actualidad residente en España, que tienen méritos suficientes para figurar en cualquier selecta antología de poesía cubana de los últimos cuarenta años. Digo yo.
Poemas de Sonia Díaz Corrales
Ya MÁS NUNCA MÁGICA
Cuando todos nos mirábamos al espejo
y yo era mágica
cuando le daba a cada uno mi brillo
y maldecía de antemano a quien lo perdiera
cuando creía que estaba loquísima
y me llenaba el gorro de guisasos
cuando comíamos y dormíamos la misma siesta
y yo era correcta y no daba gritos
cuando vivíamos felices
y el milagro era yo transparentando mi desnudez
cuando casi no teníamos guerras
cuando nacíamos y moríamos sin que nadie preguntara
por qué esta mujer se ensarta con su lanza
y nadie aquí se mueve del espejo.
Cuando flotaba y ustedes no bajaban a la tierra
cuando pregunté por nosotros
y nadie quiso responderme..Cuando lo bueno y lo peor
lo ácido y lo que no quiero decir ahora
se fundan
y yo avise.
Cuando los hijos no estén en África o en Miami
y los padres no se mueran de cáncer
cuando las mujeres salgan
de los hoteles
de todas las oscuridades
sin que el espejo se empañe.
Cuando me pueda cercenar un brazo
y hallar un hombre que me quiera manca y neurótica
ya más nunca mágica
sin nada que repartir
cuando me quede sola
y ni el espejo devuelva mi imagen verdadera
cuando ni yo me reconozca
cuando volvamos todos y no sea igual
cuando ninguno esté tan puro
como para reírse delante del espejo
cuando yo pregunte
cuando todo se repita
y ustedes no me quieran ver.
Cuando me desarme
cuando me arme
cuando me canse
cuando los acuse
cuando me despierte
cuando llore
cuando me rinda.
¿De parte de quién estará el espejo?
APOLOGÍA DE LA NADA
Amo los caballos cuando van veloces hacia la nada
amo el mar cuando llega a la nada de la arena.
De los caballos amo su altivez
la brillante sagacidad del ojo
del mar amo como envuelve a la arena
y le deja esa huella lisa y fugaz
en ambos el leve temblor de lo imperecedero
ese instante en que saltan los recios músculos
ese mínimo instante en que el agua salta sobre el agua
y tiemblan ambos
porque saben
yo lo sé
que van hacia la nada
y aún asíno se detienen.SEIS HORAS DE DIFERENCIA
Son las diez de la mañana
y del otro lado del mundo duermen
estas seis horas de diferencia
de atraso
de disminución
de franca desesperanza
aún en los relojes.
Son las diez de la mañana
y alguienme ha recordado de modo despectivo
que aunque despierte seis horas antes
en realidad sigo siendo de allá
del otro lado del mundo.