Dos poemas de Legna rodríguez Iglesias
Nadie puede negar que una de las escritoras cubanas más exitosas en los últimos años hes la camagüeyana Legna Rodríguez Iglesias, en la actualidad residente en Miami, Estados Unidos. Uno de los últimos libros suyos que ha salido al mercado es el titulado Mi pareja calva y yo vamos a tener un hijo (Ediciones Liliputienses, Cáceres, 2019). Este cuaderno resultó ganador del Premio Centrifugados de Poesía Joven 2019, que organiza Ediciones Liliputienses.
El texto está escrito a partir de la experiencia del embarazo / maternidad vivida por la creadora, quien además de poeta es narradora y autora de una obra teatral con la que ganase el Premio auspiciado por la Casa de las Américas en la categoría de teatro en el año 2016.
Según ha considerado la crítica, como libro en su conjunto “Mi pareja calva y yo vamos a tener un hijo expande el mapa personal que es, definitivamente, la poesía de Legna Rodríguez”.
En Miradas Desde Adentro publicamos dos poemas de este reciente libro de Legna Rodríguez Iglesias, volumen que aún no se ha editado en Cuba.
Llega un día en que la tristeza te abandona
He estado triste toda mi vida.
Incluso cuando he sido feliz
También he sido
A la par
Triste.
La tristeza me ha beneficiado
Y yo la tomo en cuenta
Para cuanta cosa
Emprenda.
No sé cómo será el mundo
El día que la tristeza me abandone
Cómo será mamá
Y el resto de las personas
Que ya no existen.
Me parece que hace días
Nada existe
Sólo yo y una uva
De dos centímetros
En mi útero.
La cosa en perspectiva
La figura del pez, tan manida,
La encuentro en un libro de crónicas sobre la caída del muro.
Una madre es un delta y su hijo es un pez.
Si el pez sale del delta antes de tiempo fallece.
Error.
El pez no se entera.
Fallece la madre.
Una madre es un muro hasta que su hijo fallece.
Cuando se produce el fallecimiento se produce también la caída.
Yo escribo la crónica sobre mí misma en forma de poema.
El poema es para mi pez.
Es decir para mi hijo
Que salió de su delta antes de tiempo.
Los escombros del muro están en una esquina.
Nadie toque ese cemento.