¡Y llegamos a dos años!
Este 28 de octubre de 2020, justo hace un par de años que salió la primera edición de nuestro espacio. Quienes estamos involucrados en el proyecto, nos sentimos felices por lo hecho. En los anteriores meses, cada edición de Miradas Desde Adentro ha tratado de recoger los sucesos fundamentales de la cultura cubana, pero no solo desde lo inmediato sino desde la perspectiva de preservar nuestra memoria artístico literaria, siempre sin un enfoque excluyente sino todo lo contrario.
Por eso, aquí hemos estado abiertos a informar acerca de sucesos del arte de nuestro país en sus múltiples expresiones, sin establecer distingos entre el facturado dentro de las fronteras cubanas como el llevado a cabo en la diáspora, porque a fin de cuentas siempre es más lo que nos une que lo que nos separa.
Así pues, sobradas son las razones para darnos un autohomenaje porque si bien aún no hemos conseguido lo que nos propusimos de inicio y como toda utopía también atesoramos una que otra frustración, lo importante es intentarlo.
En nombre de quienes hemos participado en el proyecto, Leticia, Chao y yo, puedo asegurar que este nos ha enriquecido espiritualmente y en él encontramos la energía necesaria para seguir adelante mientras la buena suerte -si al fin y al cabo la misma existe- nos acompañe.
A quienes de una u otra forma han colaborado con la idea en esta más reciente etapa, por ejemplo, Francisco de la Cal y Marla Hernández, o a los que sólo se vinculan con nosotros desde la condición de visitantes esporádicos de Miradas Desde Adentro, de corazón ¡gracias!