Voces de La mujer habitada
La mujer habitada, novela escrita en 1988 por la nicaragüense Gioconda Belli Pereira es un retrato de la situación política de su país en torno a las dictaduras, contada a través de la sensibilidad femenina. Sin dudas, la obra se relaciona con su quehacer militante: opositora de la dictadura de Somoza, exiliada a México y Costa Rica por esta razón; integrante de las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de 1970 a 1994, divulgadora de su plan de lucha y miembro de la Comisión Diplomática de dicha organización.
Con una estructura narrativa circular y organizada en 25 capítulos, la novela relata la lucha clandestina (en las ciudades y el campo) en Nicaragua para sacar del poder al Gran General, mientras cuenta, a la vez, la lucha indígena por evitar la colonización española. La voz de Lavinia (protagonista, profesional arquitecta) y el naranjo del patio (su otra voz originaria) se cruzan indistintamente a lo largo de la obra.
Los indios con su universo vivencial, dioses americanos, costumbres, la naturaleza como fuente de las riquezas primigenias, aparecen conversando con una sociedad desigual donde “eres lo que tienes”. Un escenario de pobrezas materiales y espirituales que intentan ser cambiadas por jóvenes nicas de la guerrilla.
Desde la ficción, la autora reflexiona en torno al machismo y estereotipos imperantes en la sociedad nicaragüense en la segunda mitad del siglo XX. Lastres que, desafortunadamente, no son privativos de un tiempo o espacio geográfico particular. Su riqueza literaria radica en encontrar esa multiplicidad de voces que nos regresa al comienzo de la civilización. A lo que fuimos para entender lo que somos y cómo llegamos hasta aquí. Sin apartarse de un escenario de lucha por el alcanzar el poder político, La mujer habitada aborda los conflictos nacionales y de género: dualidad que marca buena parte de la trayectoria literaria de Gioconda Belli. Así sucede en el título El país de las mujeres (2010), donde ellas gobiernan un país ficticio.
La mujer…, donde por momentos se advierte una poesía casi cinematográfica, obtuvo el Premio de la Fundación de Libreros, Bibliotecarios y Editores Alemanes de la Fundación Friederich Ebhert, a la mejor Novela Política del año, en 1989; así como el Premio Anna Seghers ese mismo año. La obra ha sido traducida a once idiomas y en Estados Unidos se publicó bajo el título The inhabited woman.
Basta leer las primeras líneas de La mujer habitada, “AL AMANECER EMERGÍ”, para conectar con las voces que se desencadenan en las raíces de un continente, un país y la condición humana en su relación con el poder.