Categoría: Audiovisual

Nueva presentación del libro Guillén Landrián o el desconcierto fílmico

Nueva presentación del libro Guillén Landrián o el desconcierto fílmico

Si los muertos pudiesen sentir y reaccionar, imagino que en su tumba Nicolás Guillén Landrián (Camagüey, 1938; Miami, 2003) debe estarse riendo de lo lindo en los últimos tiempos. Artista estigmatizado en una larga etapa, hacedor de una obra por muchos años censurada y relegada al olvido en Cuba, fue a inicios del presente siglo XXI que la filmografía de este singular realizador, que también incursionó en la pintura y la poesía, comenzó a ser recuperada por los investigadores y los jóvenes cineastas cubanos, que hoy lo tienen como un paradigma del paisaje fílmico nacional.

Por estos días dos noticias llenan de júbilo a quienes han admirado la obra de Nicolasito, como se le solía decir. Por una parte, se ha sabido que, bajo la dirección del también realizador fílmico Ernesto Daranas Serrano, el ICAIC acomete un proyecto de restauración de la producción cinematográfica del otrora cineasta maldito. Pero si eso no fuera más que suficiente para que Guillén Landrián, en el lugar donde esté su alma -si al fin y al cabo la misma se encuentra en alguna parte-, se esté riendo a mandíbula batiente, este lunes 28 de septiembre el Centro de Estudios Latinoamericanos y Caribeños de la Universidad de Nueva York (CLACS) acogerá de forma online la presentación del libro Guillén Landrián o el desconcierto fílmico, publicado en 2019 por el sello editorial Almenara.

Además de la presentación del libro en el Centro de Estudios de la Universidad de Nueva York, tendrá lugar un conversatorio guiado por los editores del volumen, Julio Ramos, profesor emérito de la Universidad de California en Berkeley, y Dylon Robbins, profesor de la Universidad de Nueva York, junto a nuestra compatriota Odette Casamayor Cisneros, quien es profesora de la Universidad de Pensilvania, y autora de uno de los capítulos incluidos en esta compilación de 17 ensayos y 3 entrevistas.

El libro está organizado a partir de cuatro ejes temáticos. El primero de estos ejes temáticos se relaciona con el archivo y la recepción de Nicolás Guillén Landrián, tanto en el decenio de los 60 como tres décadas después, cuando, a principios de los 2000, su obra comenzó a ser recuperada en el contexto de las Muestras de Jóvenes Realizadores (en la actualidad Muestra Joven).

En esta parte del volumen aparecen dos de los investigadores cubanos que más han hecho por el rescate de la figura de Guillén Landrián: Juan Antonio García Borrero y Dean Luis Reyes. Ellos proponen dos ensayos que brindan un detallado panorama acerca del impacto del realizador en su época y de la recuperación de su obra en las últimas décadas. 

En el caso específico del trabajo escrito por dean Luis Reyes y que lleva por título el de “Exhumaciones de Nicolás Guillén Landrián”, el autor persigue evidenciar cómo la exhibición de los documentales de este creador registró un fuerte impacto en la producción de los jóvenes cineastas, lo cual originó una nueva etapa  en el cine documental de Cuba. 

Por su parte, el profesor universitario y ensayista Rafael Rojas Gutiérrez, en su ensayo “Documentos en la sombra. Asedios al texto fílmico de Nicolás Guillén Landrián”, a partir de las agudas reflexiones a las que nos ha acostumbrado, ubica a Nicolasito en el contexto intelectual de su tiempo, poniendo énfasis en la dimensión ideológica de la crítica del cineasta a la razón instrumentalizada del momento  de la Cuba que le tocó vivir.

El segundo eje está concebido en relación con la mirada de Nicolasito Guillén Landrián a propósito de las cuestiones de raza y racismo en el discurso oficial de la Isla. Bajo el nombre de “Desfase racial”, aparecen aquí tres ensayos. El texto de Julio Ramos en cuanto a la intersección entre poesía, cine y la crítica al racismo en los documentales de Guillén Landrián plantea formas hasta ahora no manejadas para meditar en torno a la “locura”, del artista, mediante un cuestionamiento del paradigma biográfico que patologiza el “delirio” liberador de su obra. 

Mientras tanto, la profesora universitaria Odette Casamayor-Cisneros formula una harto interesante lectura del rol de la mirada en la producción fílmica de Nicolasito, la cual contrarresta los estereotipos raciales que, con respecto a estas problemáticas, ha sufrido la obra del realizador. 

Un tercer ensayo de este eje está a cargo de  Anne Garland Mahler, que  describe cómo la obra de Guillén Landrián pone en evidencia el carácter contradictorio de la política y el discurso oficial del gobierno revolucionario cubano con respecto al racismo, cuya estrategia fue por demasiado tiempo la negación cuando se señalaban las continuidades históricas del racismo en la Isla, a partir del silenciamiento del tema.

Esta sección concluye con una entrevista al cineasta  Jorge Luis Sánchez, director de películas como El Benny, Cuba libre y Buscando a Casal, quien  expone criterios que demuestran la diversidad de opiniones recogidas en el volumen, algo que para mí resulta un acierto de los compiladores Julio Ramos y Dylon Robbins.

En el  tercer y cuarto eje  del libro se abordan, respectivamente, los rasgos experimentales y el papel de la tecnología y la mediación en los filmes de Nicolás Guillén Landrián. Aquí se incluyen análisis de aspectos específicos de su obra como la relación del creador con la política institucional, las metáforas de lo urbano y lo rural empleadas por el artista, o el devenir de los documentales en la era digital. Muy recomendables son los ensayos de Ruth Goldberg y Dylon L. Robbins. En el primero, la autora pone su énfasis analítico en las complejidades de las relaciones entre ficción y documental en un material como Reportaje (1966), a partir de un análisis de la edición y el sonido del filme.

Por su parte, el ensayo “Ruido”, de Robbins, se acerca al empleo del plano sonoro en Desde La Habana ¡1969! Recordar (1970) y elabora una teoría en torno al poder de significación del sonido en este documental. Según el autor, el cuestionamiento de categorías como “verdad”, “conocimiento” o “inteligible”, produce “una política sonora del ruido” típica de la obra de Guillén Landrián. 

Otro de los notables aciertos de este libro viene dado por la inclusión en el mismo de testimonios que contribuyen a profundizar en la vida y la obra de Nicolasito. En ese sentido, encontramos en el texto tres entrevistas de suma utilidad. Son ellas las realizadas a Gretel Alfonso, viuda del cineasta, Livio Delgado, fotógrafo de cinco documentales de Landrián y Manuel Zayas, cineasta e investigador.

Recordado y cada vez más respetado por piezas audiovisuales como En un barrio viejo (1963), Los del baile (1965), Ociel del Toa (1965), Retornar a Baracoa (1966), Reportaje (1966), Coffea Arábiga (1968) y Taller de Línea y 18 (1971), para la cultura cubana es edificante el proceso de recuperación que se ha dado en torno a la figura de Nicolás Guillén Landrián, más allá de la pena que se experimenta al saber lo que este hombre pasó por ser incomprendido y denostado. Así pues, el libro Guillén Landrián o el desconcierto fílmico es un paso más que necesario en la producción de investigaciones serias sobre su obra y la desmitificación de un creador que durante años fuese estigmatizado en Cuba por razones extra artísticas. Solo es de desear que más temprano que tarde, el volumen compilado por Julio Ramos y Dylon Robbins pueda circular en nuestro país, lo cual sería parte del desagravio que todavía entre nosotros se le debe a Nicolasito.

De aquí y de allá

De aquí y de allá

A continuación ofrecemos un compendio de noticias y comentarios acerca de declaraciones del viceministro de cultura Fernando León Jacomino al medio ruso Sputnik, a propósito de la polémica desatada en Miami por el reciente concierto de Gente de Zona en La Habana, la presentación de un ciclo de obras cinematográficas de Ricardo Figueredo, la salida al mercado de nuevos libros sobre arte cubano contemporáneo, la entrega del Premio Gabo 2019 a la joven y talentosa periodista Mónica Baró Sánchez y mucho más.

 

Obras del cineasta Ricardo Figueredo en ciclo de INSTAR

Conocí a Ricardo Figueredo cuando él trabajaba en Radio Ciudad Habana y era partícipe de espacios como Disco Ciudad, ese maravilloso programa de Juanito Camacho al cual hay que agradecerle haber promovido por acá tanta música buena e ignorada por el gran público cubano. Desde entonces, siempre que Ricardo y yo nos encontramos en cualquier rincón de la capital de los cubiches, nos damos un gran abrazo y en pocos minutos nos ponemos al día de los respectivos proyectos en que ambos andamos. Por eso he sentido enorme satisfacción al enterarme de la muestra que, con obras de Figueredo, tuvo lugar recientemente en el Instituto de Artivismo Hanna Arendt (INSTAR), ciclo dirigido y organizado por la actriz y escritora Lynn Cruz.

Desde la condición de cineasta, Ricardo ha tenido como principal objetivo en sus filmes mostrar las vivencias y carencias del cubano de a pie. En la muestra de Cine Independiente-Cine Pendiente, celebrada del 27 al 29 de septiembre, se exhibieron cuatro de las obras de Figueredo, a saber: Despertar y Operación Alfa (2011), La singular historia de Juan sin nada (2016) y La teoría cubana de la sociedad perfecta (2018), el más reciente trabajo de este creador.

En sus documentales, Ricardo Figueredo expone, por medio de apelar a testimonios y entrevistas, fenómenos de la sociedad cubana de nuestros días, como los problemas generados por la doble moneda, el emergente sector privado y sus dificultades para desarrollarse, la prostitución, el consumo de drogas y la discriminación hacia minorías como la de los homosexuales.

A la par de su carrera como cineasta independiente, Ricardo Figueredo se ha desempeñado como productor en el ICAIC, donde ha participado en disímiles proyectos de dicha institución. En la actualidad, Figueredo labora en un nuevo material fílmico acerca de la emigración cubana en sus múltiples variantes y cómo ha marcado el devenir nacional en las últimas décadas, tema recurrente desde finales del pasado siglo en las distintas manifestaciones artísticas llevadas a cabo por los nacidos en la mayor isla del Caribe y que residen en el país o son parte de su diáspora

La «tortura mediática» que sufren los artistas que tocan en Cuba y regresan a EEUU

Son los cubanos más conocidos del reguetón latino, pero se encuentran en medio de una polémica en EEUU tras ofrecer un concierto gratuito de su popular grupo Gente de Zona en La Habana. El viceministro de Cultura de Cuba, Fernando León Jacomino, dijo a Sputnik que los músicos «han sido torturados mediáticamente» tras su regreso a Florida.

La agrupación cubana de reguetón Gente de Zona es reconocida internacionalmente por hits como Bailando, junto a Enrique Iglesias, y La Gozadera, con Marc Anthony. El 7 de septiembre, la banda se presentó en La Habana por el cierre del verano en la isla.

Al evento, que tuvo lugar en el malecón habanero, asistieron más de 5.000 jóvenes, según estadísticas oficiales, además de personalidades de la cultura y del Gobierno cubano. Sin embargo, cuando los artistas regresaron a Estados Unidos, donde son residentes legales y tienen convenios con la discográfica Magnus, los medios de Miami  criticaron su concierto en la isla y arremetieron contra los reguetoneros.

Incluso, la candidata republicana al Congreso de EEUU, la cubana María Elvira Salazar, incitó a a través de las redes sociales a apoyar una campaña que circula en redes sociales para retirar la green card* a los reguetoneros.

Para el viceministro de Cultura, lo que hacen hoy con Gente de Zona, forma parte de un mecanismo de «tortura» mediática que los obliga a declarar en contra de Cuba para mantener su carrera internacional, a pesar de residir en el supuesto país de la libertad.

«Cuando llegaron a Estados Unidos, los amenazaron con quitarles la green card (…). Los muchachos terminaron declarando contra Cuba. Es mucha la presión, lo que hacen con Gente de Zona es torturarlos mediáticamente hasta que terminan declarando lo que ellos quieren», denunció Jacomino.

«Pero no podemos distanciarnos de ellos, tenemos que hablar y seguir trabajando. Además, ¿nos vamos a distanciar de esos muchachos que se formaron en Cuba y que además fueron a La Habana y no cobraron un peso por hacer ese concierto? Nosotros no nos podemos dar ese lujo», agregó.

Asimismo, el viceministro afirmó que «así ha pasado siempre». Contó, por ejemplo, un episodio en 1983, cuando el salsero venezolano Óscar de León visitó Cuba mientras vivía en EEUU, y a su regreso tuvo que retractarse ante los medios de todo lo que hizo y dijo en la isla caribeña.

«En Cuba besó la tierra, dijo que era la tierra de Benny Moré y que era la más grande», recordó.

No obstante, a pesar de los dimes y diretes, «la visita del salsero a Cuba transformó por completo el universo de la música popular cubana, y tuvo un valor cultural que no puede negar ninguna censura», resaltó Jacomino.

Durante la 42 Feria del Libro de Uruguay, en la que Cuba es el país invitado de honor, Jacomino también dialogó con Sputnik sobre el intercambio cultural entre la isla y EEUU, que a su juicio «se ha reducido drásticamente» desde que asumió la Presidencia Donald Trump en 2017.

«El intercambio cultural se mantiene, aunque cada vez más aislado. Se ha reducido drásticamente, pero todavía hay muchas agrupaciones artísticas cubanas que viajan a Estados Unidos aún en estas condiciones», dijo.

Según explicó, hoy día el intercambio está muy fragmentado, «van un fin de semana, tocan en Los Ángeles, Nueva York o en Puerto Rico, pero no existe la posibilidad de armar un circuito».

A pesar de las limitaciones, destacó que hay mucho interés de los artistas estadounidenses por presentarse en los escenarios cubanos aunque no pueden cobrar.

Sin embargo, hasta ahora solo se atreven «los que tienen una postura de izquierda irrenunciable o los que están dispuestos a correr riesgos», indicó el jerarca.

«Nosotros estamos en la mejor disposición de sostener el intercambio cultural con EEUU (…) lo que a ellos les preocupa es que el pueblo estadounidense descubra qué es lo que les están prohibiendo, porque eso sería fatal para el bloqueo contra Cuba», concluyó Jacomino.

* Nota del editor de Miradas Desde Adentro:  green card es la tarjeta que otorga el permiso de residencia en EEUU.

Tomado de Sputnik Mundo, URL:

https://mundo.sputniknews.com/sociedad/201910021088851946-la-tortura-mediatica-que-sufren-los-artistas-que-tocan-en-cuba-y-regresan-a-eeuu/

Nuevos libros sobre arte cubano contemporáneo

Dos nuevos libros se suman al catálogo de obras que estudian el arte cubano contemporáneo. Se trata de los títulos El fin del gran relato y Pan fresco, ambos salidos al mercado en el presente 2019.

Pan fresco, editado por Almenara, es un compendio de textos críticos a propósito del arte cubano, preparado a cuatro manos por Henry Eric Hernández y Clemens Greiner. En el texto se incluyen ensayos de artistas y críticos cubanos residentes en el país y fuera de él, como Mailyn Machado, Héctor Antón, Orlando Hernández y Anamely Ramos.

Por su parte, El fin del gran relato es un material que se aproxima analíticamente a obras cuestionadoras de la realidad nacional, concebidas por  artistas como Carlos Garaicoa, Luis Manuel Otero Alcántara, Ezequiel Suárez, Isabel Cristina Gutiérrez y Laura Pérez Insua, José Ángel Toirac, Los Carpinteros, Celia & Yunior, Yornel Martínez y Reynier Leyva Novo. Entre los ensayistas participantes en este libro figuran Suset Sánchez, María A. Cabrera Arús y Carlos Alberto Aguilera.

Tanto El fin del gran relato como Pan fresco son libros cuestionadores, de esos que ponen a pensar al lector, para estar de acuerdo o no con las opiniones de los autores, y a la postre resultan testimonio de las complejidades del arte cubano contemporáneo.

La cubana Mónica Baró, Premio Gabo 2019 por ‘La sangre nunca fue amarilla’

La cubana Mónica Baró Sánchez obtuvo el Premio Gabo 2019 en la categoría de Texto por el reportaje «La sangre nunca fue amarilla», que reconstruye un caso de envenenamiento por plomo en el municipio de San Miguel del Padrón acontecido a mediados del siglo pasado y que fue publicado por la revista digital independiente  Periodismo de Barrio.

«Estamos rodeados por venenos que nunca percibimos (…) No sabemos que muchos de los problemas de salud que padecemos se deben a tóxicos en el ambiente», manifestó Baró, al recibir el galardón en Medellín.

«¡Ganamos! Y ganamos en plural porque no gané sola. Este Premio Gabo es para Cuba, para el  periodismo independiente, para Periodismo de Barrio, y para todas las personas que creen en las libertades de prensa y expresión y en la búsqueda de la verdad», dijo Baró en Facebook.

La investigación y denuncia periodística de problemas sociales como los daños causados por la contaminación, los desaparecidos, la trata de mujeres y la persecución a los inmigrantes indocumentados fueron galardonados este jueves (3 de octubre) en la edición de este año de los premios dedicados a Gabriel García Márquez.

Esta séptima edición del Festival Gabo, que distingue las mejores historias del periodismo de Iberoamérica, escogió en su séptima edición a los ganadores entre 1.730 postulados a las categorías de Texto, Imagen, Cobertura e Innovación.

Univisión Noticias Digital, de EEUU, fue premiado en la modalidad de Imagen con «America First: El legado de una redada migratoria», trabajo compuesto por un especial multimedia bilingüe y un documental de 42 minutos sobre las consecuencias de una operación contra 389 indocumentados, en su mayoría guatemaltecos, llevada a cabo en 2008 en Postville, en el estado de Iowa.

Al recoger el premio, la periodista española Almudena Toral habló en nombre del equipo de Univisión y dedicó el galardón «a la gente muy resiliente de Postville, a las familias que todavía siguen rotas» por las redadas migratorias.

El mejor trabajo de Cobertura fue «El país de las dos mil fosas». sobre el drama de los desaparecidos en México, producido por un grupo de periodistas independientes.

Esta investigación hecha por A dónde van los desaparecidos, Quinto Elemento Lab (México y EEUU), mostró por primera vez «la expansión del hallazgo de fosas clandestinas en México entre los años 2006 y 2016», durante el periodo de la llamada guerra contra las drogas.

«Era el momento de buscar las lógicas al terror ante la necesidad de buscar lo inexplicable», expresó la periodista Marcela Turati, quien habló en nombre del equipo galardonado.

Agregó que al hacer esta investigación decidieron «desenterrar las cifras ocultas, sabiendo que no son cifras, son personas, sabiendo que cada número representa uno que nos falta y una familia que lo está buscando sin descanso».

Una tragedia de similares características, la trata de mujeres en México y Venezuela, muchas de las cuales acaban asesinadas y desaparecidas, recibió el Premio Gabo en Innovación.

Esta investigación tuvo como punto de partida el asesinato de mujeres venezolanas, argentinas y mexicanas que estaban involucradas con el portal de servicios sexuales zonadivas.info.

«Mujeres en la vitrina, migración en manos de la trata zonadivas.info» es un trabajo de los medios Pie de PáginaFusiónEnjambre Digital (México) y El PitazoTalCualRunrunes (Venezuela).

La periodista Mónica González, que habló en nombre del equipo premiado, señaló que las víctimas de estas redes de trata de mujeres dejan sus países para ir en busca de un sueño «y encuentran acoso, violencia y muerte».

El punto alto de la ceremonia llegó al final de la noche cuando Jesús Abad Colorado subió a la tarima por el Reconocimiento a la Excelencia, galardón más que merecido por los 26 años que lleva recorriendo Colombia con su cámara al hombro para retratar la tragedia del conflicto armado y el dolor y la capacidad de resistencia y resiliencia de las víctimas.

En su discurso, repleto de citaciones a su familia y de homenajes a los campesinos que son «los que ponen los muertos en la guerra», pidió que cese el asesinato de líderes sociales, algo que, según dijo, «debería avergonzarnos».

«Cada uno de los que estamos aquí podría ser un líder en el Pacífico o en el Cauca, en el Catatumbo o en el Bajo Cauca, en Nariño o en el Meta, y que tal que cada uno de ustedes fuera asesinado por defender la vida, proyectos medioambientales que lideran para que no se repita la guerra», dijo a los asistentes.

Colorado llevó como invitadas a la gala a varias víctimas del conflicto armado, como Domingo Chalá, que en mayo de 2002 tuvo que recoger los restos de numerosos familiares y vecinos asesinados en Bojayá, en el departamento del Chocó (oeste). La matanza se cobró la vida de al menos 74 personas.

El Festival Gabo también destacó el trabajo de Luis Enrique Rodríguez, director alterno del servicio informativo de Caracol Radio, a quien le fue otorgado el Reconocimiento Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano.

Información procedente del Festival Gabo.

De 3ra. Y G hasta el Yale MacMillan Center

A propósito del 60 cumpleaños de la Casa de las Américas, el próximo 11 de octubre se celebrará en el Council on Latin American and Iberian Studies (CLAIS), del Yale MacMillan Center, el taller Casa de las Américas en sus sesenta: reflexiones sobre su historia, su impacto y su futuro.

Según lo trascendido, el evento persigue como objetivo promover el debate, la reflexión y la “exploración académica de la historia, el impacto social y cultural, y el futuro” de la institución radicada en 3ra. Y G, Vedado.

Para la ocasión han sido convocados prestigiosos especialistas vinculados de una u otra manera con la historia intelectual de Cuba de 1959 hasta nuestros días. Entre ellos se hallan los cubanos Rafael Rojas, profesor e investigador de El Colegio de México, quien dictará la ponencia “La teoría de la literatura latinoamericana como capítulo de la Guerra Fría”, Odette Casamayor, de la Universidad de Pennsylvania, que hablará sobre “El Caribe negro de la Casa de las Américas” y Maité Hernández-Lorenzo, Directora de Comunicación e Imagen de la propia Casa, que presentará el “Proyecto Línea del Tiempo” de la institución. Igualmente, estarán presentes los ensayistas y profesores puertorriqueños Juan Carlos Quintero Herencia, de la Universidad de Maryland, y César Salgado, de la Universidad de Texas en Austin, quienes abordarán temas relacionados con “Leer la Casa de las Américas hoy” y “La espectralidad en Casa”.

Es válido señalar que el Council on Latin American and Iberian Studies es un centro de investigación dedicado a auspiciar el intercambio cultural con América Latina, España y Portugal. Como parte de su política de vinculación con distintas facultades de la Universidad de Yale, organiza y apoya conferencias, simposios, clases magistrales y demás eventos que cubren un amplio espectro de atención que va desde cuestiones culturales e históricas hasta medioambientales. En 2016 CLAIS inauguró un programa para estudiantes norteamericanos en la isla denominado Cuba Initiative.

El Apartamento con Diana Fonseca y Arlés del Río en Expo Chicago 2019

Por Jamila Medina Ríos

En la recién concluida Feria de Chicago, acontecida del 19 al 22 de septiembre, se exhibieron en la sección Exposure varias obras de los artistas visuales Diana Fonseca y Arlés del Río, de la nómina galerística de El Apartamento.

Diana Fonseca (La Habana, 1978) es una creadora multidisciplinaria que se ha desenvuelto con soltura entre el dibujo, la escultura, la instalación y el videoarte. Como se ejemplifica, entre lo exhibido en Chicago, con esa brújula intervenida que nos compele (You are the way), la artista tiene la gracia de convertir los eventos y elementos cotidianos, pasados a través del tamiz de su mano y de su mirada, en piezas de tono lírico, extraordinario y profundo a un tiempo –como destaca su propia galería.

Las piezas de Diana de la serie Degradaciones nos sumergen en distintas semblanzas de La Habana, contemplada no ya sólo desde el realismo –como en tantos casos– sino desde la abstracción. En lo abstracto, justamente, coinciden las muestras de este dueto creativo que ha asistido a uno de los eventos del arte contemporáneo que anima el otoño de Chicago. La sección Exposure, donde coincidieron Arlés y Diana (como Booth #361), fue curada por Naima J. Keith y albergó tanto exposiciones en solitario como a dúo de artistas emergentes, promovidos por galerías que llevan diez o menos años de trabajo.

En lo que respecta a Arlés del Río (La Habana, 1975), su desenvolvimiento se halla marcado –según El Apartamento– por la creencia en el azar y, por tanto, por el trabajo con el objet trouvé, así como por la ironía y el sarcasmo, en busca de devolvernos una mirada desautomatizadora sobre nuestras realidades, ya sea en el orden de lo social, lo artístico o lo político.

Los títulos de Arlés (Cirugía plástica, Resiliencia) hacen patente su diálogo con referentes extrartísticos que entrelazan sus obras con públicos y ámbitos de mayor alcance. Asimismo, la instalación suya que fue llevada a Chicago toca, entre otros, el tema de la (in)comunicación: el entramado de voces (comidillas, susurros, orejas paradas/oídos sordos) en que nos desenvolvemos, ya en el ámbito de lo personal como en el de lo profesional, sin saber salirnos a veces de esos laberintos autofágicos que nos mancan para mirar más allá de nuestras narices, de nuestro coto de caz/sa, de nuestro patio.

La Expo Chicago es una exposición internacional de arte contemporáneo y moderno, establecida en esa ciudad como feria que acontece cada septiembre. Según su propia página, “se lleva a cabo en el histórico Navy Pier, cuya vasta arquitectura abovedada alberga galerías de arte internacionales [y] una de las plataformas de más alta calidad para el arte y la cultura contemporánea global, […] paneles de discusión, proyectos específicos del sitio curados de forma exclusiva, cine de vanguardia y trabajo en nuevos medios, visitas guiadas y exposiciones especiales de instituciones de renombre.”

Dedicados “a una programación rigurosa y desafiante”, sus organizadores convocaron, además de la habanera El Apartamento, otras galerías de diferentes países y regiones, como Ascaso Gallery de Miami, Bergamin & Gomide de São Paulo, la madrileña Javier López & Fer Francés, la Galeria Nara Roesler con sedes en New York y São Paulo y Galleria Continua con representación en Italia, Canadá, China y Cuba.

Tomado del Blog de Noticias de Rialta Magazine, URL:

http://rialta-ed.com/el-apartamento-con-diana-fonseca-y-arles-del-rio-en-expo-chicago-2019/

Midnight in Paris, según Barthes y Genette

Midnight in Paris, según Barthes y Genette

El cine, me aventuro a afirmar, es una de las máquinas semióticas más poderosas. No solo nos seduce en una infinitud de signos retóricos; sino que es terreno fértil para el análisis de otros textos culturales. En lo sucesivo, me propongo hacer un análisis, desde dos propuestas teóricas, del filme Midnight in Paris (2011), del director neoyorkino Woody Allen. En cuanto a la teoría: primero, el sistema de significación de Roland Barthes con sus cinco códigos de significancia: causal, de caracterización, de intriga, referencial y simbólico; y segundo, los cinco tipos de transtextualidad, concepto acuñado por Gérard Genette en Palimsestos: intertextualidad, paratextualidad, architextualidad, metatextualidad e hipertextualidad.

Necesariamente debo comenzar ubicando, en términos cinematográficos, la cinta –dígase apuntando los rasgos estéticos e influencias-. El cine de Woody Allen se califica como cine de autor. Su estética es a la europea. Algunas de sus influencias inmediatas en la visualidad son Ingmar Bergman y Federico Fellini.

La cámara, por lo general, sigue a los personajes, sus desplazamientos. El montaje es bastante pausado, no hay abundantes cortes. Es importante la utilización del plano secuencia. Fundamentalmente varía entre planos generales, de conjunto y primeros planos. Se percibe una voluntad esteticista en la fotografía; la iluminación es amarillenta que se antoja como signo de connotación de un ambiente nostálgico-el amarillo, aunque realmente el sepia, transmite la sensación de antigüedad-. Los recursos fundamentales para la narración son el montaje y el diálogo. Este último, particularmente importante, es donde reside la principal caracterización de los personajes por su expresa declaración de sus intereses –tanto que al inicio de la película antes de verlos a ellos, ya escuchamos sus voces-, así como la presentación del conflicto y las reflexiones en torno al tema general de la película: la insatisfacción –pues si bien la nostalgia es un asunto esencial, la insatisfacción engloba otros temas como el engaño amoroso y el abandono de los verdaderos intereses profesionales-. El personaje protagónico está insatisfecho con su vida y no ha tomado la decisión de cambiar. En el transcurso de la historia evoluciona hacia el estado de hacer valer su voluntad.

Aunque también pudiéramos incluir, dentro del conjunto de textos que coexisten en la cinta, a la Nueva Ola Francesa, con Francois Truffaut particularmente, por la marcada autorreferencialidad y la concepción del cine como un espacio reflexivo de autoconocimiento y exploratorio de la condición humana. Además, específicamente en esta cinta constatamos la preocupación por el tiempo, las relaciones temporales, el motivo del viaje en el tiempo como lo vemos con autores nuevaoleros como Resnais y Chris Marker. Este último con su corto La Jetée, donde el pasado atormenta al futuro.

A partir de los años ochenta comienza un periodo de revisionismo en el cine norteamericano. Los teóricos definen esta nueva etapa como cine posmoderno. Ahí se incluyen muchos recursos como la parodia y las relaciones intertextuales. El cine de Woody Allen se vale de estas apropiaciones y rearticulaciones de sentidos. También, es característico de su poética el tratamiento de temas como la muerte, el sentido de la existencia, la moral, el sexo, etc. El predominio del diálogo reflexivo es uno de sus sellos, y el empleo del humor como recurso retórico, incisivo, crítico, de subversión.

Ahora bien, la película comienza con imágenes de la ciudad de París; imágenes de los lugares característicos, casi clichés: los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, la torre Eiffel, los cafés bistro en las aceras, los parques, el río Sena, el Louvre, Notre Dame, junto a la armoniosa vida urbana. Acompañadas de una música que nos obliga a idealizar y a amar todo aquello.

Desde el inicio se establecen las diferencias en las posturas de los personajes protagónicos. Ya sabemos los intereses de Gil por vivir en París y su pasión por la vida cultural de la ciudad y la historia que guarda; mientras que Inez es de la vida norteamericana, es más pragmática, no comparte el romanticismo de Gil por la tierra extranjera, por el pasado, por las emociones nuevas –caminar bajo la lluvia, por ejemplo-Y esa idea de oposición se manifiesta de muchas maneras, se reafirma constantemente:Inez siempre apura a Gil en las actividades que deben hacer que están programadas, cuando Gil quiere pausadamente disfrutar de la ciudad; Inez prefiere el taxi, mientras a Gil le gusta caminar, etc. Todo ello nos indica el código de caracterización, aquel que, precisamente, nos permite modelar, identificar y diferenciar a los personajes. Por supuesto, también se refleja en el vestuario y en la gestualidad. El lenguaje corporal de Inez es muy evidente en cuanto a su indiferencia hacia Gil y su interés por Paul.

El siguiente código, el causal, se compone de aquellos momentos que permiten el avance de la acción. En la escena inicial, en el puente donde pintaba Monet, la intervención de Inez para señalar que deben irse para la cena con sus padres es una marca causal: los lleva a otra locación, a interactuar con otros personajes –e introducirlos también- . Una escena interesante con respecto a este código es en la que ocurre la conversación con Hemingway dentro del coche. “…el verdadero amor crea una tregua con la muerte…” dice el escritor; pero Gil afirma que eso no le sucede cuando le hace el amor a Inez. En ese momento se anticipa su ruptura y da pie a la escena siguiente: cuando conoce a Adriana.

La película contiene elementos que la ubican en el género fantástico: la pérdida en un lugar lejano del hogar, tener que lidiar con lo desconocido, un vehículo lo transporta a otro mundo, justo a medianoche. Entonces, podemos hablar de una relación de architextualidad según la define Genette como “pura pertenencia taxonómica” y “determinación del estatuto genérico de un texto” (1). Además, el viaje en el tiempo es propio de la ciencia ficción, la reconstrucción epocal del género histórico, el triángulo amoroso del melodrama, el género criminal lo vemos en la contratación del detective -que en este caso no cumple su función original de ofrecer misterio; sino que es empleado como un elemento humorístico-. Se presencia la hibridación de concepciones que se incluyen en diferentes taxonomías y dialogan entre sí. El cine posmoderno juega con esos préstamos y disolución de la estaticidad de los géneros.

En cuanto al tópico del triángulo amoroso, la historia está llena de ellos: El de Gil, Inez y Paul, el de Picasso, Adriana y Hemingway, el que se insinúa en la escena en que Zelda intenta suicidarse porque Scott estaba coqueteando con otra mujer, el de Rodin con su esposa y su amante. De esta manera, se acentúa la idea de la insatisfacción y se ofrece una polifonía –con permiso de Mijaíl Bajtín- que otorga profundidad a la historia.

El siguiente código de Roland Barthes tiene que ver con los momentos de tensión, con el llamado gancho o hook que crea expectativa y desorienta un tanto al espectador para que se mantenga atento delante de la pantalla. Se trata del código de intriga. Un momento donde se advierte es en la escena en que Gil sale del bar luego de su conversación con Hemingway y olvida fijar el lugar de reencuentro para llevarle su novela. Cuando regresa el bar desapareció y solo hay una lavandería. El pasado se esfumó y regresó al presente. En este punto el espectador no sabe si Gil podrá regresar al pasado, si se va a repetir el viaje.

Pasa de manera similar cuando va con Inez para enseñarle la causa de su estado delirante, y se quedan esperando y no pasa el coche del pasado. Es un momento de tensión en el que el espectador no sabe cuál será el suceso siguiente. Es interesante como nunca se ofrece ninguna explicación a esos repentinos viajes en el tiempo; se terminan aceptando, aunque puede ser un motivo de intriga en un inicio.

Teniendo en cuenta las características de las películas de Woody Allen, podemos abducir que Gil es un alter ego del autor. La paratextualidad “señales accesorias (…) que procuran un entorno variable al texto… (2)” reside en lo que conocemos de Woody Allen. Sabemos de su interés por la literatura, que es un director de Hollywood. Incluso la actuación de Gil (Owen Wilson) imita la gestualidad del Woody Allen actor: un personaje nervioso que habla atropelladamente.

La metatextualidad, por su parte, se percibe en los comentarios que acompañan la trama. Por ejemplo, al inicio, en la cena con los padres de Inez, hablan sobre política y las posturas de ambos. Gil critica a los republicanos y las acciones bélicas que ocurrían en ese momento. La película se recrea en el presente del 2010, el presente real del autor; de manera que se establece una relación que desde la ficción del cine trasciende a la realidad misma y sus conflictos. Parecido pasa con la crítica que hace al tipo de películas que hace Gil: comerciales, de las grandes productoras hollywoodenses. “maravillosas pero olvidables”, así las califica. Pone a los estudios de Hollywood y lo que representa, el mundo del espectáculo y la mercantilización del cine, en contraposición a la obra más íntima, reflexiva y autorreferencial que se propone Gil.

Continuamos con el código referencial. Este se aprecia en los elementos que nos ofrecen un marco cultural reconocible. En la recreación de época es fundamental. En los años veinte se nos presenta todo el ambiente de la vida bohemia, las costumbres nocturnas, los bares que frecuentaban, la actividad intelectual en Montparnasse, la pléyade de personalidades que son recreadas, la música de Cole Porter. De la misma manera ocurre en la Belle Époque con las bailarinas de can can en el Moulin Rouge, Toulouse Lautrec, Gauguin, Degas.

En la casa de Gertrude Stein, podemos ver su retrato realizado por Picasso; este caso puede definirse como código de caracterización, además de referencial. Cuando Gertrude Stein señala que la novela de Gil parece ciencia ficción, y estamos hablando de los años veinte, época en que se instituye como subgénero literario. Además, se percibe en la interacción entre pasado y presente; por ejemplo cuando utiliza el término de groupie para referirse a Adriana, que se trata de un término contemporáneo que tiene que ver con la sociedad del espectáculo y las estrellas.

En relación con el concepto de referente, resulta apropiado continuar con la siguiente categoría de Genette: la intertextualidad. Un ejemplo evidente, específicamente una cita, es la famosa película de Luis Buñuel, El ángel exterminador. Aunque también hay cierto matiz lúdico, al insinuarnos que fue Gil quien le sugirió la idea a Buñuel. Como apunta Genette: “…estos cinco tipos de transtextualidad se comunican y entrelazan…” (3), de manera que, en este punto, vale referirse también a la hipertextualidad. Si bien se cita un texto anterior, en este caso se hace a modo de parodiapastiche o travesti; es decir, que debe haber una transformación ostensible. Un ejemplo en la cinta pudiera ser el cuadro de Picasso que supuestamente es un retrato de Adriana, fallido además; sin embargo, se trata de una transposición de sentidos, una licencia si se quiere a tono con lo ficcional, pues el personaje de Adriana nunca existió. En cierta medida, puede decirse que es un texto parodiado –que no necesariamente debe ser satírico, como apunta el teórico francés-

El código simbólico de Barthes, aquello más allá de los hechos en sí, se percibe en las connotaciones que adquieren determinados hechos o imágenes, signos en sentido general. La escultura de Rodin, El pensador, se antoja como símbolo del estado del protagonista. Cuando Gil está en su estado de indecisión, y se cuestiona su relación con Inez, vuelve sobre la escultura y la mira; hay una interpelación. Y toma la vida de Rodin como referente, sobre su relación amorosa con su esposa y su amante.

Asimismo, en la conversación con Adriana, Gil comienza a cuestionarse sus afinidades con Inez. Justo después, tiene el encuentro con los surrealistas: Salvador Dalí, Luis Buñuel, Man Ray. En este momento ya declara su pertenencia a otro tiempo. Y no en vano se confiesa con los surrealistas. Son ellos quizás los más capaces para entender. Se establece una relación entre los presupuestos del movimiento surrealista y la situación de Gil: su estado de ensoñación en la vigilia. Con ellos si puede discutir libremente su situación y lo entienden sin sobresalto. Esa escena sirve de causalidad a la decisión de Gil de hacer su novela menos realista, es decir su vida –a sabiendas de que la novela era un paralelo de su realidad-. Luego al tener delante el diario de Adriana y conocer su amor hacia él, tal parece que ha tomado la decisión de quedarse con ella, una decisión surrealista, de vivir en otra realidad.

Finalmente, ocurre la anagnórisis del protagonista cuando se percata que la solución no está en vivir en otro mundo idealizado, porque en todas esas realidades habrá algo insatisfactorio. Es así que decide tomar acción en su realidad y romper una relación que no le complace –acción apoyada por la traición de Inez-, y se dispone a cumplir su deseo de vivir en París. La escena final, cuando se va caminando bajo la lluvia con la muchacha del mercadillo, nos insinúa que encontró a alguien más afín a él.  Nada nos dice explícitamente qué pasa con ellos después; pero nuestro bagaje cinematográfico nos ha educado a percibir esos finales como signo del inicio de una relación.

A no dudarlo, se trata de una cinta que abre disímiles interpretaciones. Estas pocas palabras apenas agotan todo lo que hay para decir. En paralelo, las propuestas teóricas puestas en práctica resultan realmente efectivas en la extracción de sentido.

 

Referencias bibliográficas:

(1)  Gèrard Genette. Palimsestos. La literatura en segundo grado. Serie Teoría y Crítica Literaria. Director: Darío Villanueva. Traducción de Celia Fernández Prieto. España, Editorial Taurus, 1962. (p.13)

(2)  Ibídem, p.11.

(3)  Ibídem, p.19.

 

Bibliografía:

Allen, Woody. Midnight in Paris (2011)

Río, Joel del. El cine siempre: recuento de clásicos y otros eventos. (Formato digital)

Sistema de significación, en http://preambulocinematografico.wordpress.com Consultado el 2 de enero, a las 10:00 am.

Lucas… Nada nuevo en la viña del señor

Lucas… Nada nuevo en la viña del señor

Cuando era niña disfrutaba ver los Lucas. Confieso largas esperas hasta encontrar un video de mi preferencia y así también informarme de lo que en la materia se generaba en el país. A Cruzata agradezco mis acercamientos iniciales al mundo de la música. A Rufo, no lo disfruté mucho, por su temprano fallecimiento, salvo en aquella serie de los 100 mejores videos desde la década de los 80 hasta el 2006.

Con el tiempo refiné mi gusto musical, o me volví más chea – léase de cualquiera de las dos formas – y gracias a las nuevas tecnologías, nuevas para mí, dejé de esperar 57 minutos a ver si me convencía algún estreno.

El aburrimiento de una tarde provinciana de domingo, matancerísima, me hizo sentarme frente al televisor y, a pesar de mi escaso conocimiento sobre música o artes audiovisuales, sentía que era una broma lo que observaba.

No debo decir que todos los videos, pero la mayoría, parecen salidos de la fórmula crtl+c y ctrl+v. El cantante se levanta en una cama gigantesca y se sorprende de que una muchacha duerme a su lado. La cubre una sábana de manera hollywoodense; es decir en los puntos exactos para no ver un seno ni algo más íntimo, pero sí lo suficiente para imaginártelo. No importa que esta escena no se relacione en lo absoluto con el mensaje de la canción.

Cuando por fin se para de la cama “el músico” devenido “actor”, y la muchacha bonita, mulata en la mayoría de los videos también (a Dios gracias, al fin está de moda la negritud), se visten o por lo menos eso parece. Luego como si fuera una película india cambian de escena hacia una coreografía de bailes provocativos que no tributan en nada a la trama; y que después repiten nuestros niños hasta el cansancio.

La confesión desvergonzada, de un artista joven (proveniente de una familia con un nombre en la música), decía haber pasado por varios géneros, la balada, para la que no es muy bueno, me tomo el atrevimiento, la timba, y que al final decidió hacer un disco de música urbana. No sé por qué me extrañó descubrir el mismo fenómeno que en los videos con anterioridad mencionados. Al final, el sexo y la ostentación son los mejores vendedores del mundo.

En Lucas, dos músicos entrevistados, dijeron que componían sus canciones tomando como referencia frases del argot popular (para pegar), cuando escuché los temas me pareció una falta de respeto hacia Juan Formell, por ejemplo.

Otra técnica que he visto repetida en los últimos años es la participación de otros músicos en los videos clips, donde no pintan, ni dan color. No me opongo a las colaboraciones; sino, a las repeticiones insustanciales.

Además de Lucas, la capital del video clip cubano, en otros espacios pasan horas y horas de programas musicales en la televisión. Ciclos de video clip sin un mínimo de crítica o análisis por expertos o artistas, olvidando así una de las más importantes funciones de la televisión: educar.

Fuera del circuito de la TV se recrudece la situación. Con el acceso progresivo de la población cubana a Internet y la entrada en nuestros hogares del Paquete, y con él más y más audiovisuales, nadie se detiene a valorar la calidad artística de los productos que consumen.

En la entrevista ¿Lucas? A mí los premios ya me dan lo mismo, concedida al periodista Darío Alejandro Escobar y publicada en el Caimán Barbudo, Lester Hamlet, da también sus opiniones sobre el tema en cuestión:

“Cuando subes un video (a Internet), todo el mundo puede verlo, pero nadie puede cuestionarlo. Cualquiera lo graba, lo termina y lo cuelga. No hay una disquera que lo produzca y que vele por la calidad de sus contenidos. No pasa por filtros, más allá de pagar, producir y subirlo. (…) Es verdad que un video clip es un producto publicitario, pero debe tener una hondura para llegar al espectador y motivar zonas del pensamiento y la observación”.

De más está hablar de la falta de recursos, o presupuesto, todos lo sabemos. Pero no puede, bajo ningún concepto, ser más factible alquilar a muchachas que bailen bien y usen poca ropa que a un buen guionista o director de fotografía. Ahí lo dejo, sin ánimos de ofender.

Hago un llamado a nuestros músicos y realizadores, que los hay muy buenos, a defender lo auténtico, y a ser original, trabajar con calidad y sobre todas las cosas, respetar al público.

Image: http://www.loslucas.icrt.cu/

Novedades para el desarrollo de la producción cinematográfica en Cuba

Novedades para el desarrollo de la producción cinematográfica en Cuba

La aceptación de “la condición laboral del creador audiovisual y cinematográfico independiente” implica una obligada jerarquización de roles

La publicación del Decreto Ley No. 373 “Del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente”, en el número 43 de la Gaceta Oficial de la República de Cuba (edición ordinaria del 27 de junio de 2019), representa una suerte de epílogo para una batalla iniciada en 2013 por parte de los realizadores cubanos. Por la importancia del tema, a continuación reproducimos un texto del crítico Antonio Enrique González Rojas, quien formula algunas consideraciones acerca del actual proceso, trabajo que fuese publicado por la agencia IPS.

¿Habemus Ley de Cine en Cuba?

Ideas urgentes sobre el Decreto Ley 373 “Del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente”.

Por Antonio Enrique González Rojas

La publicación del Decreto Ley No. 373 “Del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente”, en el número 43 de la Gaceta Oficial de la República de Cuba (edición ordinaria del 27 de junio de 2019), deviene epílogo sin dudas relevante para una brega iniciada en 2013 por parte de los realizadores cubanos, cuando (casi) todos a una solicitaron la atención de las autoridades para legitimar el entramado de relaciones, colaboraciones e iniciativas independientes que desde hace décadas aportan una amplia porción del audiovisual cubano.

Lanzado hace apenas unas horas al espacio público, este decreto no es la ley de cine que poseen otras naciones, pues en su proemio de “por tantos” y “por cuantos” suscribe la Ley 169 “Creación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos” (Icaic), del 20 de marzo de 1959. El actual documento deviene entonces una suerte de enmienda, de adaptación institucional a las circunstancias, o de adaptación de las circunstancias a la institución. La institución revalidada por la ley.

Como refiere en la entrevista que concedió al diario Granma, Ramón Samada, el actual presidente del Icaic, esta se ratifica “como la institución rectora del Cine cubano”, la aceptación de “la condición laboral del creador audiovisual y cinematográfico independiente” implica una obligada jerarquización de roles. El Icaic ya no es el único productor y administrador legal de bienes fílmicos, sino que acepta hacer lugar a los denominados Colectivos de creación audiovisual y cinematográfica. Léase este leve eufemismo como empresas productoras independientes, pero aún carentes de personalidad jurídica plena, que sí se les concederá a sus integrantes, cuando individualmente se anoten en el Registro del creador audiovisual y cinematográfico.

Antecedentes

Los decretos que hoy se publican son otra respuesta a la descentralización discursiva y productiva audiovisual, que reconfiguró desde finales del siglo XX el mapa fílmico cubano.

La creación en 2001 de la hoy conocida como Muestra Joven ICAIC, el festival de los cineastas noveles, resultó una de las primeras acciones dialógicas institucionales de reconocimiento directo del cine independiente.

El crecimiento exponencial de las posibilidades tecnológicas que satisfacían cada vez más las necesidades de filmar, de registrar y ensayar Cuba de disímiles maneras, suscitado durante las siguientes décadas, desembocó en una imprescindible y perentoria necesidad de actualizar el entramado legal referido a los audiovisuales.

La hegemonía institucional sostenida entre los años sesenta y los ochenta del siglo XX sobre esta zona de la creación por entidades como el ICAIC y el ICRT, ya no era en lo absoluto la realidad “real”. Aunque seguía siendo la realidad “legal”.

Y no puede faltar la mención del trabajo arduo del g-20, un grupo elegido en asamblea abierta el 4 de mayo de 2013, que representó al gremio y dialogó con las instituciones en busca de transformar el sistema del cine cubano e impulsar la todavía pendiente Ley de Cine.

Acorde el artículo 7.1 de la ley, la inscripción en dicho Registro tiene como “requisito indispensable la aprobación del Comité de Admisión”. ¿Quiénes conformarán esta entidad que otorgará o negará el status legal a los creadores independientes? ¿En qué criterios estéticos, discursivos, éticos y políticos basarán sus decisiones?

Ahora se requiere un mínimo de tres “registrados” para que un colectivo sea reconocido como tal ante la legalidad, y sí goce de la anuencia del Banco Central de Cuba para gestionar cuentas como casa productora. Además de seguir haciendo con más libertades lo que han estado haciendo: buscar financiamiento, rodar, posproducir, prestar servicios a nacionales y extranjeros, o recibir tales servicios. Y ahora podrán comercializar los materiales.

El resto del equipo de una productora podrá ser completado con operadores que no tienen que considerarse propiamente artistas del registro. Para dar cabida al personal técnico “se aprueban tres nuevas figuras del trabajo por cuenta propia: Operador y/o arrendador de equipamiento para producciones artísticas; el Agente de selección de elenco y el Auxiliar de producción artística”, apuntó Samada.

Además del registro y las productoras, el “Decreto Ley genera otras normativas jurídicas que legalizan, complementan y crean nuevos mecanismos para el desarrollo de la producción cinematográfica, por ejemplo, la creación del Fondo de fomento al cine cubano, institución que desde el Icaic y con ingresos principales del presupuesto del Estado apoyará financieramente y a través de concursos los mejores proyectos presentados por los creadores y las productoras cinematográficas. Hay que destacar el apoyo del Estado y el Gobierno cubanos para garantizar estos respaldos financieros, a la vez que incluye la posibilidad de que toda figura natural o jurídica, cubana o extranjera, participe también en los aportes a este Fondo”, comentó Samada en su entrevista a Granma.

Sobre ese punto, se derivan varias preguntas: ¿Quiénes serán los jueces de estos certámenes? ¿Qué presencia y representación pudieran tener los creadores fílmicos, los críticos y los intelectuales en estos grupos decisores? ¿Qué criterios, raseros, parámetros y principios determinarán la escogencia de unos proyectos sobre otros?

Por fortuna, este fondo no será la única fuente nutricia de un cine independiente que hasta este minuto ha encontrado dineros en varias fuentes singulares o sistemáticas. Y aspiro a que lo sigan haciendo. Como el Icaic que comenzará a convivir con sus pares, el Fondo parece que no rechazará compartir méritos con iniciativas homólogas, empresas, embajadas y otros tantos patrocinadores. ¿O no? ¿Cuán colaborativo será el espíritu de este fondo con otros fondos que nutran a un mismo producto audiovisual?

En jornadas venideras será creada la llamada Comisión fílmica, que según Samada, buscará “facilitar la producción cinematográfica nacional y extranjera, y promover a Cuba como destino fílmico, como una vía para generar ingresos y para incrementar empleos en el sector cinematográfico. Y para completar las facilidades para la producción cinematográfica se crean en el Icaic y en el ICRT (el estatal Instituto Cubano de Radio y Televisión) las oficinas de atención a los creadores”. Por lo pronto, se conoce que por separado cada una de estas oficinas se encargará de inscribir a los creadores independientes.

De lo anterior surge una duda taxonómica, motivada por la naturaleza de estas instituciones que responden a los esquemas clásicos del cine y la TV, de la pantalla grande y la pantalla chica. ¿Qué sucederá con los creadores que apuestan a plataformas del nuevo panorama mediático? ¿Quién “atenderá” a los gestores de las series web, canales de Youtube y dispositivos de realidad virtual (VR)?

Aunque un poco tarde, pero con la seguridad inevitable de las lógicas históricas, en Cuba ya hay un apreciable monto de youtubers y varias series web han calado fuerte en los públicos. La VR y la realidad expandida ya son posibilidades prácticas para emergentes estudios especializados en la producción de audiovisuales. Por muchos prejuicios que despierten, los videojuegos no pueden aislarse de la esfera audiovisual, con su carga interactiva. De hecho, las primeras producciones oficiales al respecto han corrido a cargo de los Estudios de Animación del Icaic, en calidad de tácito reconocimiento. Los relatos transmedia implican multiplicidad de formatos fílmicos y extrafílmicos. Nada de esto es cine o televisión, aunque los cuenten como sus indiscutibles antepasados. ¿Qué serán a los ojos de la ley?

Las múltiples preguntas que provocan este decreto ley para el audiovisual cubano apenas han comenzado a hacerse. El segmento de sucesos demarcado entre la salida de la legislación y su aplicación aún está por trazarse. Las mediaciones por suceder. Las consecuencias por medirse. La connotación por identificarse. Los disímiles acercamientos de realizadores, críticos e intelectuales están por eclosionar. Lecturas a fondo del decreto me provocarán nuevos y prontos criterios, incluso posibles negaciones de las opiniones vertidas en este texto.

Tomado del servicio informativo de IPS,

www.ipscuba.net

Buenas nuevas de Producciones de la Quinta Avenida

Buenas nuevas de Producciones de la Quinta Avenida

No es secreto para los seguidores de los medios audiovisuales en Cuba que Producciones de la Quinta Avenida es en la actualidad  una de las productoras independientes cubanas más visibles e internacionales. En el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de este 2018, ellos intervienen con cinco títulos.

Entre sus platos fuertes hay que mencionar  Yuli, coproducción con España, dirigida por Iciar Bollaín, y la comedia farsesca El viaje extraordinario de Celeste García, de Arturo Infante.

En el caso del material hecho a partir de la biografía de Carlos Acosta, Yuli se encuentra fuera de competencia, en la sección Galas, y es uno de los filmes más esperados de la fiesta por excelencia de los amantes en Cuba de la pantalla grande. Por ello el evento ha reservado, excepcionalmente el teatro Karl Marx para exhibirlo en los primeros días del Festival, y que tenga acceso la mayor cantidad posible de interesados.

Por su parte, en el importante Concurso de Operas Primas aparece El viaje extraordinario de Celeste García, una comedia que le viene muy bien al cine cubano pues en años recientes, dicho género ha brillado por su total ausencia entre las motivaciones de nuestros cineastas. Hace un tiempo, la película gozó de una notable campaña de publicidad (no planificada)en internet, a partir  de un fragmento del filme que se volvió viral y donde el conocido animador y periodista Julio Acanda, daba cuenta de la presencia de extraterrestres en Cuba. El filme está protagonizado por la actriz María Isabel Díaz , radicada en España desde hace años y siempre recordada por su papel en Una novia para David.

En lo referido al concurso de cortometrajes de ficción, Producciones de la 5ta Avenida interviene con Los amantes, del guionista y cineasta Alán González (La profesora de inglés, El hormiguero). Los amantes está protagonizado por Lola Amores, una de las actrices de moda en Cuba por los días que corren y quien se desempeñara como figura femenina principal de la película Santa y Andrés, de Carlos Lechuga.

A propósito de Carlos Lechuga, también director de Melaza, él es uno de los varios cineastas cubanos de prestigio que optan por el premio en el Concurso de Guiones Inéditos. Su proyecto lleva por título La pelota roja, coescrito con el cineasta Fabián Suárez, quien como director debutó con Caballos.

Finalmente, Producciones de la 5ta Avenida tiene también una propuesta en el Concurso de Posproducción, para buscar recursos en la conclusión del filme. Se trata del largometraje documental En la caliente, de Fabien Pisani, que retrata los años en que la música de Candyman, pionero del reguetón entre nosotros desde  su natal Santiago de Cuba, se hacía harto popular en todo el país.

Así pues, Producciones de la Quinta Avenida, con su intensa participación en la edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de este 2018, corrobora una vez más lo mucho y bueno que pueden hacer las productoras independientes en el universo audiovisual, cuando sus emprendedores poseen sobrado talento y se les permite trabajar.

De aquí y de allá

De aquí y de allá

En honor de Lydia Cabrera y Édouard Glissant

Americas Society presenta hasta el 12 de enero de 2019 en New York Lydia Cabrera y Édouard Glissant: Trembling Thinking, una exposición que se enfoca en las ideas desarrolladas por los sobresalientes pensadores caribeños, Cabrera (La Habana, 1899-Miami, 1991) y Glissant (Sainte-Marie, Martinica, 1928-París, 2011), organizada en colaboración con la Colección de Patrimonio Cubano de la Universidad de Miami.

Según una nota de la institución neoyorquina, la muestra presenta artistas modernos y contemporáneos cuyas obras responden a las nociones etnográficas, literarias y la multiplicidad cultural defendidas por Cabrera y Glissant.

La exposición está comisariada por Hans Ulrich Obrist, director artístico de Serpentine Galleries, Londres; Gabriela RangeI, curadora en jefe y directora de artes visuales de Americas Society y el artista Asad Raza, con la asistencia de Diana Flatto.

En Trembling Thinking, el legado de Édouard Glissant, cuyas ideas de mondialité abogaban por la diferencia frente a la globalización homogeneizadora, se proyecta en las obras de artistas modernos y contemporáneos. Asimismo, el espectáculo reúne partes del propio proyecto no realizado de Glissant, «Musée du Tout-Monde», con obras de Roberto Matta y Antonio Seguí, colegas de Glissant en París.

Por su parte, en relación con La eminente escritora y etnógrafa cubana Lydia Cabrera, ella es presentada en  la exposición como un puente hacia el reino de la diversidad políglota de la idea de Glissant sobre la mentalidad, que abarca una diversidad relacional.

El programa plantea preguntas sobre el papel de la cultura negra, sus religiones y mitologías, a través de una reconsideración de Lydia Cabrera y su legado intelectual desde la primera publicación de Cuentos negros de Cuba en París en 1936.

Igualmente, incluye las primeras ediciones de Cabrera y Aimé Césaire, cartas a Cabrera de intelectuales como Pierre Verger, Roger Caillois, Roger Bastide y el cubano Guillermo Cabrera Infante, así como fotografías, cuadernos y dibujos relevantes, incluidas las obras de Wifredo Lam de la colección personal de Cabrera.

La exposición también incluye piezas de artistas modernos y contemporáneos que resaltan la conexión intelectual y artística entre Glissant y Cabrera, enfatizando el legado compartido y duradero de los pensadores en el Caribe y en otros lugares.

Premios en Cuba a curadores del Museo Nacional de Bellas Artes

Trabajadores del Museo Nacional de Bellas Artes fueron galardonados con el Premio de Crítica y Curaduría Guy Pérez Cisneros, que en su décimo novena edición dio a conocer los resultados como parte de las actividades centrales de la Jornada por el Día de la cultura cubana.

La exposición Martínez Pedro. El agua por todas partes, le valió el lauro, en la categoría de Exposición Individual, a Israel Castellanos León y Odalys Borges.

Por su parte, Laura Arañó obtuvo Mención por la muestra Jesús de Armas. Drama y Utopía, al igual que Delia María López, por Bicentenario de San Alejandro, en el apartado de Exposición Colectiva.

Igualmente, Israel Castellanos León recibió el Premio de la Crítica en el acápite de Artículo Valorativo por Otras iluminaciones para Marcelo Pogolotti, para la muestra Marcelo Pogolotti. Vanguardia, ideología, sociedad.

Organizado por el Consejo Nacional de las Artes Plásticas, presidieron los jurados en ambas categorías el Presidente de la Sección de Crítica de la UNEAC, Antonio Fernández  Seoane, y la profesora de Historia del Arte de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, Hilda María Rodríguez.

Gran retrospectiva de la obra audiovisual de Ana Mendieta

El museo Jeu de Paume, de París, acogerá por primera vez desde el 16 de octubre la gran retrospectiva de la obra audiovisual de la cubanoamericana Ana Mendieta, Cubierto en tiempo e historia, que reúne 20 obras de imágenes en movimiento y 27 fotografías de la artista.

Considerada como una de las artistas más prolíficas e innovadoras de la era de la posguerra, las recientes exposiciones en Europa dedicadas al trabajo de Mendieta (Berlín, Londres, Praga, Salzburgo, Turín y Umeå) dan testimonio del poder de su visión artística y la influencia de su trabajo en las generaciones de artistas que la siguieron, señala una nota de la institución francesa.

La presentación de la exposición resalta el hecho de que «el trabajo de Ana Mendieta continúa teniendo un fuerte impacto en personas de todas las edades y procedencias».

Durante su breve carrera, de 1971 a 1985, Ana Mendieta produjo una notable obra, que incluye dibujos, instalaciones, performances, fotografías y esculturas.

Aunque resulta mucho menos conocida, su producción de películas y vídeos es particularmente impresionante y prolífica: sus 104 trabajos cinematográficos llevados a cabo entre 1971 y 1981 hacen de nuestra compatriota Ana Mendieta una de las figuras más destacadas en la práctica del arte visual multidisciplinario surgido en los años 70 y 80, considera el Jeu de Paume.

Gracias a una nueva investigación sobre el quehacer de Mendieta en el universo audiovisual, la exposición en el museo parisino reposiciona la imagen en movimiento de la periferia al centro de su trabajo, y se organiza en torno a los temas recurrentes explorados en las películas, incluida la memoria, la historia, cultura, rituales y el paso del tiempo, que a menudo se destilan a través de la relación del cuerpo y la tierra.

La mayoría de las películas de Ana Mendieta tienen lugar en la naturaleza y con frecuencia muestran su interés en los cuatro elementos clásicos: tierra, agua, aire y fuego.

La muestra de la artista cubanoamericana, que estará expuesta hasta el 27 de enero de 2019, ha sido curada por Lynn Lukas y Howard Oransky.

Para su presentación en París, el Jeu de Paume ha contado con la colaboración de la Galería Katherine E. Nash de la Universidad de Minnesota.

La exposición también ha sido posible gracias al apoyo de la Oficina del Decano de la Facultad de Artes Liberales de la Universidad de Minnesota, el National Endowment for the Arts, la Fundación Harlan Boss para las Artes, Kate y Stuart Nielsen, Syma Cheris Cohn, Metropolitan Picture Framing, Epson Corporation y Tierney Brothers Corporation.

Un breve repaso por la vida de esta destacada artista, hace recordar que ella fallece en 1985 en Nueva York y que para dicha fecha, ya Ana Mendieta había dejado un legado que incluye seis grandes retrospectivas en distintos museos del mundo. Para que se tenga una idea de su repercusión, sépase que obras suyas forman parte de 100 colecciones públicas en distintos puntos de la geografía internacional.

Disponibles en Librería Virtual Cuba los títulos del Sello Editorial Ojalá

Ya están disponibles en Librería Virtual Cuba los nuevos títulos del Sello Editorial Ojalá. Estamos felices de saber que ahora La canción en Cuba a cinco voces y Decirlo todo. Políticas culturales (en la Revolución cubana) podrán llegar a cualquier rincón del mundo.

Compartimos con ustedes los enlaces donde podrán encontrarlos:

La canción en Cuba a cinco voces: http://www.libreriavirtualcuba.com/productos.php?producto=412

Decirlo todo. Políticas culturales (en la Revolución cubana):  http://www.libreriavirtualcuba.com/productos.php?producto=413

En el caso de La canción en Cuba a cinco voces, el libro está escrito por Dulcila Cañizares, Marta Valdés, Guillermo Rodríguez Rivera, Margarita Mateo y Joaquín Borges-Triana. Mientras tanto, Decirlo todo. Políticas culturales (en la Revolución cubana), representa la obra póstuma del profesor universitario, ensayista y poeta  Guillermo Rodríguez Rivera.

Retrospectiva en Cuba de la obra de Jesús de Armas

Jesús de Armas ha sido un artista prácticamente desconocido dentro del mapa del arte cubano del siglo XX. Fue un creador de singular significación debido a sus investigaciones acerca de las culturas aborígenes en Cuba, a la que dedicó la mayor parte de su obra.  La revalorización de nuestro pasado precolombino convierte su trabajo en uno de los antecedentes fundamentales de la vertiente artística en la que se entremezclan arte y antropología en la Isla.

Su impronta sobrepasó los límites del dibujo y la pintura, fue también animador y primer director de los Estudios de Animación del ICAIC. Su desempeño como líder artístico del departamento le imprimió un espíritu vanguardista y experimental a la animación en la década del sesenta.

Jesús de Armas: drama y utopía es la segunda retrospectiva en Cuba dedicada a resaltar la obra de este pintor, dibujante y caricaturista,. La exposición abarcará tanto su labor como caricaturista y animador como los dibujos a carboncillo de los años ochenta y noventa.

Según palabras del crítico Antonio Fernández Seoane: «En la exposición JESÚS DE ARMAS: DRAMA Y UTOPÍA, que se presenta hasta el 12 de noviembre próximo en la sala transitoria del segundo nivel del edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, se expanden -con aquellas señaladas características museográficas llevada a efecto por Yusleidy Llerena, bajo la rectoría curatorial de Laura Arañó- una serie de dibujos bastante poco conocidos por el espectador cubano, realizados en carboncillo entre los años 1987 y 1989, mitad caricaturescos, mitad “crónicas” de alto vuelo artístico, referidos a las historias precolombinas en nuestro archipiélago de las que fue, insisto, un afanado estudioso e investigador. De igual manera sus “Pictografías” en tinta, que refrendan la vida de nuestros nativos: personal representación esta que se vierte en espléndidas imágenes compositivas, “sui géneris” dentro del espectro creativo en nuestra historiografía del arte.»

La resignificación de la obra de Jesús de Armas dentro del entramado del arte cubano es parte de la misión de rescate, conservación y revalorización del patrimonio de las artes visuales en Cuba que realiza el  Museo Nacional de Bellas Artes.

Nuevos éxitos para Camila Cabello

La cantante de origen habanero Camila Cabello encabeza con seis las nominaciones a los premios MTV Europe Music Awards (EMA), atribuidos a los videos más populares en la filial europea de la cadena musical estadounidense, según información de la AFP.

La ceremonia “2018 MTV EMAS” será transmitida en vivo el 4 de noviembre a todo el mundo desde Bilbao, España.

2018 ha sido el momento de consolidación en la carrera de la cantante de 21 años, nacida en el pueblo habanero de Cojímar y  que de niña también vivió en México (su padre es mexicano). Cuando apenas tenía 7 años, su familia decidió trasladarse a Estados Unidos, donde Camila Cabello se educó.

Su superéxito internacional «Havana», el sencillo en el cual la vocalista rinde homenaje a su herencia cubana, alcanzó el primer lugar en el Billboard Hot 100 en enero en Estados Unidos, y lideró las ventas al igual que el álbum que lo incluye, Camila.

A fines de agosto Cabello obtuvo los mayores galardones en los MTV Video Music Awards, los trofeos de los videos musicales más populares en Estados Unidos, consagrándose como artista del año y ganando el premio de mejor video de 2018.

En 2017 Camila Cabello, ex integrante de la banda femenina Fifth Harmony, recibió el premio de mejor artista pop en los MTV EMA.

Siguen a Camila Cabello en el número de nominaciones a los premios MTV Europe Music Awards (EMA), la cantante estadounidense Ariana Grande («No tears left to cry») y el rapero tejano Post Malone (“Rockstar”) con cinco nominaciones cada uno, y luego el rapero canadiense Drake y el artista británico Dua Lipa, cada uno nominado en cuatro categorías.

Por su parte, el cantante Shawn Mendes, también de origen canadiense, aparece nominado tres veces en la lid del certamen.

La votación está abierta al público en el sitio mtvema.com hasta el 3 de noviembre.

Cuarta edición del Festival Mozart Habana

La cuarta edición del Festival Mozart Habana, efectuada entre el 25 y el 28 de octubre, estuvo dedicada a festejar el centenario del notable compositor cubano Alfredo Diez Nieto  con el estreno mundial de su Cuarteto para cuerdas No. 2, interpretada por el Cuarteto de Cuerdas Habana, agrupación conformada por jóvenes instrumentistas.

Cuatro días de músicas varias en estilos, formatos y compositores han sido parte del programa del festival, que para esta ocasión ha estado más enfocado en la música de cámara que en los conciertos de grandes formaciones orquestales, como sucediese en emisiones anteriores del evento.

En el repertorio escogido para la cuarta edición del Festival Mozart Habana figuraron, entre otras,  obras de Terry Riley, Louis Andriessen, Amadeo Roldán, e Igor Stravinsky.

Los tres primeros compositores fueron protagonistas  de una sesión de percusión de trece instrumentistas de Estados Unidos, Holanda y Cuba; mientras que de Stravinsky se interpretó su clásico Historia del soldado, obra estrenada hace cien años.

Otros momentos importantes del Festival Mozart Habana lo representaron la interpretación de la serie de piezas del Genio de Salzburgo, entre las que destacan el Cuarteto Vienese, Te Deum en Do, las sinfonías No. 30 y Concertante para violín y piano, la Serenata No. 12 para vientos, y los Quintetos de cuerdas No. 3 y 4.

Igualmente, el programa del evento abarcó creaciones del ruso Modest Musórgsky y el francés Alexandre Ryd. Las principales sedes del evento fueron el Oratorio San Felipe Neri, el Teatro Martí, la Basílica Menor de San Francisco de Asís, y la Sala Cervantes.

Breves

La Fundación Cintas Knight recién ha entregado sus becas correspondientes al período 2018-2019. Entre los galardonados estuvieron Tomás Esson, en la categoría de artes visuales, Javier Galindo, en arquitectura y diseño, así como Sabrina Peña Young, en composición musical. Por sus contribuciones al arte y la cultura cubanos, la prestigiosa Fundación Cintas Knight también concedió el Premio a la Trayectoria a Juan A. Martínez, Ph.D, profesor emérito en arte e historia del arte en la Universidad Internacional de Florida (FIU).

Por su parte, Lienzos Cubanos, el cortometraje solicitado por el Centro Kennedy en Washington, DC para el festival Artes de Cuba  del pasado mes de mayo, participa en el festival de cine «Doc NYC», de Nueva York . En el filme, el pintor Roger Toledo Bueno  intercambia con artistas como Rocío García, Manuel Mendive, Roberto Diago y Ariamna Contino, conversaciones en las que  debaten sobre sus obras y vidas. Bajo la dirección de Kavery Kaul, el documental será presentado el lunes 12 de noviembre a las 5pm en el cine Cinepolis Chelsea. Para mayor información consultar aquí.

http://www.docnyc.net/film/shorts-the-creative-spark-2/cuban-canvas/

El libro titulado Del arte en Cuba. Esculturas, de la Dra. Llilian Llanes y publicado por Collage Ediciones (sello del Fondo Cubano de Bienes Culturales) acaba de ver la luz. En este texto, la autora nos ofrece un detallado análisis de las obras escultóricas creadas en nuestro país en el período de 1900 a 1930, enriquecido con fotos de archivos e imágenes actuales. Según la nota promocional por la salida al mercado de esta publicación, con su recorrido por autores y estilos, marcados por circunstancias históricas insoslayables, Del arte en Cuba. Esculturas destaca por ser un libro que se preocupa por el pasado, como parte de su mirada al presente y al porvenir de esta manifestación en Cuba.

José Villa Soberón, Premio Nacional de Artes Plásticas, también ha elogiado el reciente libro de la Dra. Llilian Llanes. Él  resalta que esta investigación no solo expone los valores artísticos y una justa apreciación del desarrollo de la escultura cubana en la etapa señalada, sino que incita a su mejor protección como patrimonio de nuestra cultura y a su disfrute como escenario de nuestra historia y entorno cotidiano.

De aquí y de allá

De aquí y de allá

Congreso dedicado a la memoria de Jesse Fernández

El Centro Cultural Cubano de Nueva York celebró su XVII conferencia anual el domingo 21 de octubre, centrada este año en los orígenes y el desarrollo de la fotografía cubana, desde la época colonial hasta el presente.

En la ocasión,  se llevaron a cabo presentaciones ilustradas y de imágenes de archivo que revelan la evolución de la fotografía y su impacto político y social en la vida de la nación cubana durante más de 200 años, incluido su papel histórico en las Guerras de Independencia, la era republicana, la revolución y la diáspora.

Organizado por The New School y bajo  el patrocinio de Pepsico y la colaboración de The Africa-America Institute y DIARIO DE CUBA, en el evento participaron importantes artistas y académicos, tanto de la Isla como de la diáspora.

La conferencia hizo hincapié en la fotografía cubana contemporánea como manifestación del arte y a la par llamó la atención al papel subestimado de las mujeres en la fotografía, como sujetos y como artistas.

En la lista de académicos y fotógrafos involucrados en el evento aparecen José Antonio Navarrete, Grethel Morell Otero, Juan Antonio Molina, José Gómez de La Carrera, Guillermo Blaín, Armand, Joaquín Blez, Cirenaica Moreira, Ramiro Fernández, Geandy Pavón, Walker Evans,  Susan Bank, Korda, Alexandre Arrechea, María Martínez Cañas, Margarita Aguilar, Aldeide Delgado, Sergio Florez, Gladys Triana, Juan Carlos Alom, Mayken Barreto, Gory, María Magdalena Campos-Pons, Linet Sánchez, René Peña, Tico Torres, Alexis Rodríguez-Duarte, Iliana Cepero, Abelardo Morell, Marta María Pérez y Manuel Piña…

El congreso estuvo dedicado a la memoria de Jesse Fernández (La Habana, 1925-París, 1986), cuya incursión en las facetas más avanzadas de la fotografía de su época le valió un lugar como uno de los fotógrafos cubanos de mayor trascendencia y reconocimiento a escala internacional.

 

Nueva edición del festival Chocolate con Café

La segunda emisión del Festival Chocolate con Café, iniciativa del intérprete Waldo Mendoza, tiene lugar entre el 23 y el 27 de octubre en las localidades de Guantánamo, Baracoa y Yateras, territorios del este cubano. El evento persigue como principal objetivo promover el intercambio entre artistas de La Habana y los de la tierra guantanamera.

Como parte de la programación diseñada por los organizadores del encuentro, están previstos talleres, un evento teórico y presentaciones de artistas en lugares como las plazas Polifuncional Pedro A. Pérez, de la Juventud, en el Reparto Caribe y 28 de septiembre. Igualmente hay conciertos en el Teatro Guaso, ubicado en la capital de la provincia, así como actividades en las universidades de Ciencias Médicas y de Guantánamo, diferentes comunidades de la zona y en el Cabaret Bayatiquirí

Entre los artistas invitados se encuentran Adrián Berazaín, el Dúo Buena Fe, Qva Libre, Karamba, Maykol D Alma, Cucurucho Valdés, Eliades Ochoa, el Septeto Santiaguero, el Ballet de Camagüey y el Proyecto Infantil Vivirás feliz. Por los de la tierra del Guaso estarán la Compañía Danza Fragmentada, el Ballet Folclórico Babul, Son del Tres, Celso «el guajiro de Yateras» y el rapero Sandy, entre otros.

El Festival Chocolate con Café, que podría internacionalizarse en la edición correspondiente al 2019 dado que han mostrado interés en participar en el certamen países como Canadá e Italia, está auspiciado por la Dirección Provincial y Municipal de Cultura de Guantánamo y posee además el apoyo del Instituto Cubano de la Música, la EGREM y su Agencia de Representación Artística Musicuba.

Lezama Lima: Soltar la lengua

El cineasta habanero Ernesto Fundora, pionero entre los hacedores cubanos de videoclips, recién ha estrenado su documental Lezama Lima: Soltar la lengua (2009-2018), testimonio de 28 escritores cercanos al autor de la célebre novela Paradiso e ideólogo de lo que puede clasificarse como todo un sistema poético.

La presentación oficial del nuevo documental de quien también fuera director de programas en Radio Ciudad Habana a fines de la década de los ochenta de la anterior centuria,  fue organizada por Cuban-American Studies Association y tuvo lugar el pasado 25 de septiembre en Green Library, espacio  de la FIU (Miami).

Según el propio Ernesto Fundora, en esta, su más reciente propuesta audiovisual y que ahora iniciará su andar por disímiles festivales cinematográficos,, él ha querido presentar «al poeta habanero fumador de puros, chismoso, gran conversador, asmático, amigo entrañable, maestro generoso, simpático fabulador, glotón exquisito, anfitrión sin igual residente en el humilde barrio de Colón de La Habana, en la mítica calle de Trocadero No. 162.»

El documental cuenta con entrevistas realizadas en el período transcurrido de 2008 al 2018 en las ciudades de La Habana, Miami, San José y Ciudad de México. Así, entre los testimoniantes aparecen figuras como Cintio Vitier, Fina García Marruz, Armando Álvarez Bravo, César López, Antón Arrufat, Reinaldo González, Miguel Barnet, Belkis Cuza Malé, Pablo Armando Fernández, Carlos M. Luis, Dr. Moreno del Toro, Froilán Escobar y Guillermo Rodríguez Rivera, por solo citar algunos nombres de la lista de 28 entrevistados. Todos ellos ofrecen sus personales evocaciones del hombre común y del genio literario que fuera José Lezama Lima, incitados por los temas propuestos por Ernesto Fundora y que fueron surgiendo mientras acontecía el diálogo.

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