Autor: Carlos Rafael

“Quiero verte otra vez”

“Quiero verte otra vez”

Ya son varios meses en los que el mundo y nuestro país en particular están viviendo una situación atípica para la cual nunca estuvimos, ni estaremos preparados. Son tiempos difíciles, empañados por una pandemia global que azota cada área geográfica de nuestro planeta. Muchas han sido las víctimas y los afectados ante tal situación. Es por ello que, los llamados a la conciencia social, al distanciamiento entre las personas y la necesidad de quedarnos en casa (#Quédateencasa), se han convertido en las consignas más importantes para combatir esta enfermedad.

El arte y la cultura en general se han sumado al mensaje de cuidarnos para vencer este mal, y así, volver a vernos otra vez. En muchos países del orbe, como en Cuba, disímiles artistas han realizado actividades e iniciativas con el fin de llegar al público mostrando esta recomendación por el bien de todos.

Uno de estos creadores es Alexander Abreu, director de Havana de Primera, agrupación muy querida y popular en nuestro país y en muchas partes del mundo. En la memoria del pueblo cubano está siempre presente “Me dicen Cuba”, tema de un fuerte sentir patriótico, el cual enaltece los valores que llevamos arraigados todo aquel que se siente orgulloso de ser cubano. Es una canción que marcó pauta, porque no había un rincón de Cuba en el que no se coreara cada una de sus líneas.

Siguiendo la estela del tema anterior y comprometido con estos tiempos, Alexander Abreu presentó hace un mes “Quiero verte otra vez”. Este es un track que desde sus primeras estrofas aborda lo que sucederá cuando toda esta situación compleja pase, que no son más que aquellas acciones que el cubano por naturaleza más extraña de su cotidianidad, un saludo espontáneo lleno de besos y abrazos. Como él mismo expresa y nos hace soñar, cuando te vuelva a ver, algo que debemos decir a cada uno de nuestros seres queridos y amigos, es tiempo de celebrar, brindar y agradecer por haber ganado esta batalla. La invitación a su vez se convierte en un motivo más para valorar todo aquello que tenemos, y que por cosas de la vida no sabemos lo que el destino les pueda deparar. 

El ritmo y el sabor de nuestra música, esa que nos identifica y nos hace bailar en este tema, viene acompañada por ese mensaje que se repite una y otra vez, pero que nunca es suficiente para hacernos entender, la necesidad de quedarnos en casa. Bailando, cantando o tarareando la letra, volvemos a sentir que la mejor manera de cuidar a nuestra familia y a todo aquel que de verdad nos importa, es concientizando que si hacemos lo establecido y nos cuidamos cada uno, estamos cuidando a los demás. 

A partir de aquí, del disfrute de otra de las grandes creaciones musicales de Alexander Abreu, nos toca a nosotros pensar y reflexionar sobre la importancia que tiene cumplir con las orientaciones que nos hacen para vencer más rápido esta enfermedad. Todo aquel que gusta de la buena música y las cosas que se hacen de corazón, puede encontrar en “Quiero verte otra vez” un mensaje claro, con un lenguaje sencillo y directo, en el que se busca llegar a la población para transmitir lo que extrañamos, pero que para llegar a ello tenemos que cuidarnos cada uno de nosotros.

Todas las noches mientras se aplaude bien merecido al personal de la salud, algunos vecinos se rotan para que en el mismo instante que se agradece a esos héroes de batas blancas, en el barrio bailemos al compás de Alexander Abreu y Havana de Primera con esta canción. Ojalá como mismo llegó a los corazones de cada cubano “Me dicen Cuba”, “Quiero verte otra vez” toque la fibra y haga pensar a todos.

¿Soy charanguero, soy popular?

¿Soy charanguero, soy popular?

Lo contemporáneo en la cultura cubana y universal ha sufrido un proceso de cambio y reestructuración con relación a los cánones de años precedentes. La música como manifestación artística no escapa de este principio evolutivo. En nuestro país, son muchas las agrupaciones musicales que llevan más de una década trabajando por mantenerse en la preferencia de la población. Algunas de ellas, han transformado la idea primaria en la que se basó el proyecto inicial, para lograr este objetivo de la popularidad, otras, sin embargo, no han necesitado de esta innovación.

Tradicionalmente Cuba es una amplia cantera para el desarrollo de la buena música, hecho que se traduce en la influencia que han suscitado géneros como el son, la guaracha, el bolero y otros en el quehacer musical y cultural de otras regiones. La historia musical de la isla se ha expandido a otros ámbitos, a través de la obra de grandes exponentes como: Pepe Sánchez, Arsenio Rodríguez, Benny Moré, Enrique Jorrín y Juan Formell, entre otros. Estas figuras, también fueron de una u otra manera, influencia directa para las agrupaciones musicales que iban surgiendo en nuestro país.

La denominación de charanga para algunos grupos musicales, no es propiamente originaria de la cultura nacional en la Mayor de las Antillas, proviene de las riquezas generadas por las charangas francesas. Nuestra historiografía musical cuenta con significativos ejemplos de este tipo de orquestas, como es el caso de la antológica Orquesta Aragón y la Orquesta de Enrique Jorrín. Teniendo como referentes a estos grupos, entendemos de cierta forma los principios que rigen la conformación de una charanga, por la presencia del violín, la flauta y la sonoridad que todos los instrumentos del conjunto generan.

Y llegó la timba

Desde principios de los años 90’, se desarrolla con fuerza en nuestro país el movimiento de la timba cubana, con exponentes de la talla de NG la Banda, Dan Den, Paulo FG, la por entonces recién creada Charanga Habanera, entre otras agrupaciones más. Cada una de ellas nutridas por el empuje que generaba en el ámbito nacional e internacional el tren de la música cubana Van Van.

Hoy en día vemos imágenes en archivo de lo que fueron por aquel entonces estas orquestas y entendemos en parte esa transformación que han atravesado algunas. Un caso particular, es la evolución, desde el punto de vista conceptual, musical, y estético de David Calzado y su Charanga Habanera.

El proceso transitado por esta agrupación se puede analizar desde varias líneas, comenzando por el recorrido de su propio director dentro de la charanga. Muchos no recuerdan la versatilidad que mostraba David Calzado con el violín (búsquense sus grabaciones con la otrora popular Ritmo Oriental), el cual le otorgaba un sonido particular y distintivo a su charanga durante la primera etapa de la agrupación. Paulatinamente fue tomando una posición protagónica como conductor, dejando de lado el instrumento, guiando los tiempos de los músicos e interviniendo con su voz en una que otra canción. Así, llegamos al momento en el que David interpreta varias canciones dentro de sus últimos fonogramas, evidenciando de esta forma una de las transformaciones totalmente visibles y perceptibles en la sonoridad de esta orquesta de música popular bailable.

Soy cubano, soy popular

Sin pretender ser estudiosos del tema, puedo inferir que el CD Soy cubano soy popular representó un acercamiento más directo de la agrupación y su público. A partir de ese instante comienza a observarse un nuevo fenómeno dentro de la Charanga, el remarcado énfasis en la imagen, acompañado de matices estéticos como la ropa de moda, las magnificencias, entre otros elementos.

Fue un tiempo en que cada una de las presentaciones, sobre todo en televisión, reflejaban el gusto de la orquesta por verse bien y estar todos combinados. Pasó el tiempo y la propia contemporaneidad, por decirlo de cierta forma, hizo que esa visualidad se perdiera, algo que por suerte no se ha perdido a totalidad en las agrupaciones musicales, como es el caso de Will Campa y la Unión.

Entre la población se sentía la inclinación a la orquesta, mediante la imitación del baile de los charangueros y  sus canciones se pegaban una tras otra. En pocas palabras: eran el grupo de música popular bailable más seguido de  Cuba, por detrás –claro- del tren musical de Juan Formell. ¿Cuántas cosas han cambiado para llegar al punto de prácticamente desaparecer? ¿Dónde está la sabrosura, la fuerza, la cubanía, la frescura de su música y sus músicos?

¿Esta es mi charanga?

Son tiempos en los que se extraña el timbre, la melodía de cantantes de la talla de Leo Vera, Leoni Torres, el sabor y el ritmo de Aned Mota, Michel Maza, Randy Malcom. La Charanga ha intentado crear una imagen de la orquesta que por desgracia solo se ha quedado en la fachada, ya solo buscan la cara bonita que llegue al público, no la voz y el sonido que saque a bailar a cada cubano y con el cual se sientan de nuevo identificados. Ellos y su director tienen que comprender que el producto que se vende, no es solamente la buena presencia, porque lo más importante es el corazón que se le ponga a éste.

Por muchos compromisos que tengan a nivel internacional, es inconcebible que un grupo que es lo que es gracias a todas las personas que lo acompañaron desde un principio, a su público natural se le dificulte tanto acercarse a la música actual que la formación está desarrollando. ¿Desde cuándo la Charanga Habanera no realiza una gira por los barrios o las provincias? Son varias las interrogantes que pudieran hacerse y que llevan a pensar en relación con el gran distanciamiento de esta orquesta con su verdadero público.

Otro tema que preocupa es la letra de sus últimas canciones, las que claramente han perdido la esencia de lo que algún día fue la Charanga, acercándose en gran medida a lo que se produce hoy en la llamada música repartera. En este sentido, han influido las colaboraciones realizadas con exponentes del género reggaetón como el Kamel y otros. Por dicho camino, ante el presente repertorio de la Charanga Habanera se llega al punto de que los bailadores no saben qué están bailando, ni lo que están escuchando.

Cuando alguien mira atrás, no imagina que la transformación de esta orquesta arribara al estado en el que se encuentra actualmente. Hoy en día no pueden competir con el excelente trabajo que vienen desarrollando agrupaciones como Habana de Primera, Maikel Blanco y su Salsa Mayor, El Niño y la Verdad, Alain Pérez y su grupo, entre otros. Todos y cada uno de ellos defienden a cabalidad la base y raíz de su concepto musical, que va desde el son, la guaracha y demás géneros propiamente cubanos.

En definitiva, el sentido de la palabra charanguero que volvió a cobrar vida con la Charanga Habanera se ha perdido. Por tanto, su popularidad también se ha ido con sus deseos de hacer buena música para el bailador. Esperamos todos que esta gran orquesta renazca de sus cenizas, para volver a sentir y hacer nuestros aquel fragmento del tema “Esta es mi charanga”: Esta es mi charanga, la charanga que te encanta (…) sin tu mundo no puedo vivir y tú sin mi charanga te puedes morir.

¿¿¿Volveremos a decir “soy charanguero”???? Para ello hay que confiar en su mejoramiento, yo lo creo, ¿y tú?

Concierto de Polito Ibáñez: Las cosas simples que nos llenan

Concierto de Polito Ibáñez: Las cosas simples que nos llenan

Por Carlos Rafael
El pasado 29 de marzo tuvo lugar en el Teatro Mella, un acercamiento
entre una de las figuras más representativas del Movimiento de la
Nueva Trova y su público. Se trataba de Carlos Hipólito Ibáñez,
(Polito Ibáñez). La fecha no era otra que el cumpleaños 54 del
artista, por lo que este concierto se convirtió en un regalo del
homenajeado a sus fans que lo han seguido a lo largo de toda su
trayectoria musical.
En palabras del trovador, o cantautor como él mismo se define, “(…)
ese era un encuentro que le debía a su pueblo desde hacía mucho
tiempo, y que mejor oportunidad que en su cumpleaños (…)”. Interesante
resultó la presencia en un mismo espacio de un público generacional
diverso, que tenían como objetivo interactuar con la música, o mejor
dicho con la poesía convertida en música que viene defendiendo Polito
desde hace más de 30 años. Entre esta representación se encontraba un
gran número de jóvenes, a los cuales el músico les dedicó “Mentalidad
de surfing”, donde invita a reflexionar sobre esa vida un tanto
acelerada que los caracteriza, la cuál va acompañada por un
pensamiento de disfrute in crescendo, o una ideología muy distante de
los preceptos del pasado.
Más de dos horas y media no fueron suficientes para mostrar sobre el
escenario todo el repertorio que identifica la producción musical del
artista. Es así como no dio tiempo para la presentación de canciones
con un fuerte mensaje social presentes en el CD “De las manos y los
pies”, siendo esta temática una de las más defendidas en toda la obra
de Polito Ibáñez. Sin embargo le dio la posibilidad al trovador para
promocionar ante su gente varios de los temas que estarán en su
próximo fonograma.
Un homenaje más que merecido a Santiago Feliú, que cumplía años en
igual fecha, fue el protagonizado por el anfitrión, de conjunto con
Rochi, Gerardo Alfonso y Frank Delgado, lo cual dotó de gran
sensibilidad a la velada. Fue el momento propicio para rendirle
tributo de forma paralela a un creador musical que influyó de manera
sustancial en la concepción de la música cubana, y en especial, en la
Nueva Trova.
El ambiente creado entre artista-público y viceversa fue tan especial
que no hubo canción antológica que no fuese coreada por los
espectadores allí presentes. Hecho que agradeció sinceramente Polito,
haciendo ver que para él en especial, no hay mejor audiencia que su
propia gente, esa que ha hecho suya cada una de sus composiciones, y
que han sido la inspiración de muchas de sus letras. Temas que abordan
diferentes situaciones de la vida, y que por lo tanto siempre están
ahí, lo que demuestra que es un cantautor que no pasa de moda, estando
en el gusto hoy en día de un gran número de personas.
Un elemento importante que no llegó a ser tan grave, pero que sí le
restó valor a un espectáculo que como todos buscaba rozar la
perfección, fue el referido a las luces del teatro. En varias
ocasiones el movimiento de estas dirigidas a los espectadores,
dificultaba la visualidad de los mismos hacia el concierto sobre el
escenario. Algo que en definitiva debe funcionar como un todo
compacto, donde se establezca un nexo entre música, escenografía y
efectos luminotécnicos, de manera general. Esto no impidió en ningún
momento que se perdiese la empatía y relación recíproca entre los dos
extremos, artista y su gente.
Hay que hacer mención, de igual forma, al derroche de talento mostrado
por los invitados. Cada uno acompañando un tema en particular.
Alejandro Falcón, Yasek Manzano y Michel Herrera, piano, trompeta y
saxofón respectivamente, instrumentos tocados por maestros que seguían
los acordes de una guitarra y la fuerza de una voz.
La noche del 29 de marzo del 2019 hizo pensar que Cada día que
escuchamos la música de Polito Ibáñez, nos transporta a un Recuento
de nuestras vidas, donde aunque  sigamos con Mentalidad de surfing son
los Papeles y recuerdos, los que conducen a las Sombras amarillas de
un pasado real. Es así como descubriremos que en definitiva son Las
cosas simples las que nos llenan. Este artista se convirtió en un
estandarte para un pueblo, que vio satisfecha la sed de su poesía en
la fecha señalada, quedándose a la espera de su siguiente producción
discográfica.

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